La Cuenca Lechera de Ti-zayuca “se encuentra en estado de sobrevivencia” debido a que los industriales que adquieren el lácteo, así como las tiendas de autoservicio que la comercializan, se niegan a reconocer los costos reales de producción.
La Cuenca Lechera de Ti-zayuca “se encuentra en estado de sobrevivencia” debido a que los industriales que adquieren el lácteo, así como las tiendas de autoservicio que la comercializan, se niegan a reconocer los costos reales de producción, reconoció Álvaro González Muñoz.
Entrevistado en uno de los 65 establos que actualmente operan, de un total 126, el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche plantea que a partir de 1998 el sector lechero nacional ha dejado de percibir 180 mil millones de pesos por el bajo precio del lácteo.
“Es dinero que se ha llevado la industria y los centros comerciales, las autoridades han permitido el abuso y el privilegio está en unas cuantas manos en detrimento de los productores del país”, remarcó.
Los productores de leche han dejado de recibir por lo menos 2 pesos por cada litro de leche de 1998 a la fecha.
“Es necesario que exista el compromiso de repartir equitativamente los recursos de lo que le cuesta un litro de leche al consumidor”, apremió.
Álvaro González constató que a los productores les pagan en promedio 5.80 pesos por litro de leche, mientras que en las tiendas de autoservicio se vende arriba de los 18 pesos.
“Nuestra posición es muy sencilla, que le quiten los privilegios a quienes le han quitado el poder adquisitivo a un litro de leche, nosotros recibíamos 60 por ciento de lo que valía un litro de leche hace años; pese a que la eficiencia de los productores es importante, se está les pagando menos”, recriminó el empresario lechero.
El dirigente detalló que producir un litro de leche cuesta cerca de 6 pesos, pero a los productores se les paga entre 5.30 y 5.40, cuando lo ideal sería que percibieran 7.50 pesos por su producto.
“El precio que se está pagando es bajo, no es para que se desarrollen los productores o mejoren sus instalaciones, nos tienen en nivel de sobrevivencia, un 92 por ciento de los productores del país tienen menos de 60 vacas; es decir, son pequeños ganaderos”, dijo.
En ese contexto, resaltó que para que la Cuenca Lechera de Tizayuca pueda resurgir es necesario que se reconozcan los costos reales de producción.
En dicho complejo lechero se produce uno de los mejores lácteos del país, pero pese a ser un modelo excepcional en México, se encuentra en una situación “crítica” debido a las pésimas políticas aplicadas por el gobierno federal hacia el sector, afirmó
el dirigente.
Desde hace 15 años no se realiza una inversión en infraestructura en la cuenca, al menos 15 millones de pesos se requieren para pavimentar sus calles.
“Tratando de aguantar hasta que ya es imposible, tenemos esperanza de que las cosas cambien, pero cuando nos damos cuenta ya estamos por cerrar o nos quedan muy pocas vacas.
“Sería mejor que el gobierno le entre al toro por los cuernos, hagamos una revolución lechera, tener el compromiso de todos los eslabones del sector lechero y que se distribuya equitativamente el recurso de lo que el consumidor paga, mientras no haya eso, prácticamente las condiciones seguirán igual”, expresó.
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