Del Valle del Yaqui a Hermosillo, Obed Valenzuela Fraijo, presidente de Fundación de Apoyo Familiar, conocido como “El Lechero”, repartió en el Sur de la ciudad más de mil 500 litros de leche a personas de bajos recursos económicos pues a falta de servicios de agua potable en la Invasión Altares, la leche resulta ser base del alimento para las familias en condición marginal…
Llevar un producto de primera necesidad para las familias y sobre todo para los niños, el presidente de la Fundación de Apoyo Familiar A.C (FAF) inició en la capital su programa de apoyo de leche a familias de escasos recursos económicos.
Obed Valenzuela Fraijo, presidente de Fundación de Apoyo Familiar, conocido como “El Lechero”, repartió en el Sur de la ciudad más de mil 500 litros de leche a personas de bajos recursos económicos pues a falta de servicios de agua potable en la Invasión Altares, la leche resulta ser base del alimento para las familias en condición marginal.
El conocido en el Sur del Estado como “El Lechero”, estuvo fin de semana en la colonia Invasión de Altares, etapas 3 y 4, al Sur de la ciudad, para entregar más de mil 500 litros de leche a los cientos de vecinos que actualmente carecen del servicio de agua potable.
¿Por qué entregar leche?, cuestionó Dossier Político:
“La leche es la base del alimento en los hogares, especialmente el de los niños, porque es esencial para su desarrollo; estamos siendo apoyados por la Asociación de Lecheros del Valle del Yaqui, donan en producto y con gusto se lo hacen llegar a la ciudadanía de manera gratuita”, destacó.
El presidente de FAF, que también llevará el apoyo al Municipio de Huatabampo, reveló a DP que la iniciativa nace a petición de liderazgos del Centro del Estado que vieron el éxito que tuvo su programa en el Municipio de Cajeme y no tiene ningún fin o de siglas partidarias.
“El Lechero”, agregó que su organización cuenta con otros programas de apoyo como la entrega de aparatos ortopédicos a personas con alguna discapacidad física, que viven en colonias de alta marginación en Sonora.
La acción alegró a cientos de vecinos de la Invasión Altares que consideraron a “El Lechero” como un ángel bajado del Cielo.
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