La leche de ahora ya no es como la de antes ya que la actual lleva una pizca de mercadotecnia y un toque de modernización.
Los procesamientos actuales que se le dan a la leche como el pasteurizado, disminución de la grasa o eliminación de lactosa, incluyen la adición de vitaminas como D para hacer un mejor sellado del calcio y vitaminas A y E que actúan como antioxidantes. Al hacer cualquiera de estos cambios a las leches, no se debe eliminar el valor nutricional de la misma ni su sabor (o por lo menos, eso intentan las compañías que industrializan la leche de vaca) y para disminuir el temor del consumidor, además le adicionan las vitaminas mencionadas.
Me queda clara tu duda y que bueno que preguntas, ya que en mi opinión, yo también extraño la leche la leche de antaño, esa que daban las vacas alimentadas de forma natural, sin clembuterol o aceleradores de crecimiento, ni tanto procesamiento, esa que casi olía a establo y solo venia en presentaciones entera y la moderna semidescremada que aún al hervirla producía nata.
No es justificación pero creo que el aumento acelerado del crecimiento de la población mundial no permite tomarse el tiempo de dejar crecer al animal de forma natural. La demanda de alimentos es cada día mayor y al mismo tiempo más escasa.
No es consuelo, pero quiero pensar que es verdad que nuestras leyes corroboran el uso controlado de sustancias en caso de ser necesario usarlas en animales, que los lugares que cuentan con la certificación TIF (Tipo Inspección Federal) son reales y que las compañías productoras de leche si se preocupan por la salud de nuestras familias.
Debo confesar que cuando mi bolsa lo permite compro leche orgánica, pero el costo es tan elevado que lo voy «campechaneando».
Si en este mundo estamos ni amargarnos… ¡Estamos! Así que mejor confiar y a vivir lo mejor posible.
Cuidemos nuestro entorno, sino, como diría el Buki
A ¿dónde vamos a parar?