#México: Industria láctea recelosa de Lala

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Empresa lechera de las más grandes de América Latina planea ingresar a Nicaragua. Las plantas locales temen una presión en la cadena interna y alza de precios.
Lucía Navas I DE II ENTREGAS
Nerviosa está la industria procesadora de productos lácteos en Nicaragua ante la llegada del Grupo Corporativo Lala, de México, por el contrapeso que se causará para obtener la materia prima: la leche. Los directivos de las tres principales empresas lácteas, Centrolac, Eskimo SA y Parmalat, han estado revisando el contexto en que Lala operará en el país, pero sobre todo analizando la presión que asegura el sector se va a causar en la cadena de acopio de la leche y con ello en la competitividad local para abastecer a la población nicaragüense y a los mercados externos a los que venden.
La agencia de promoción de inversiones ProNicaragua confirmó a LA PRENSA que el Grupo Lala tiene “su firme interés de invertir en nuestro país”. Se desarrollan los estudios de factibilidad y diseño del proyecto que definirán los montos de inversión y los empleos exactos a generar.
Javier Chamorro, director ejecutivo de ProNicaragua, explicó que Lala instalaría una planta de procesamiento de leche en primera fase y otra de derivados lácteos en una segunda fase.
“La producción de estas plantas será para abastecer desde Nicaragua a todo el mercado centroamericano, incluyendo el nicaragüense”, afirma Chamorro. La expectativa es que la primera fábrica inicie a construirse este año.
El pasado 1 de febrero la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales que el gobierno de Nicaragua y el grupo mexicano “han empezado a concretar la posibilidad de invertir en una planta de procesamiento de leche y derivados lácteos, para abastecer al mercado centroamericano”.
Aunque no habló de montos de inversión ni fecha de inicio de operaciones, mencionó que en una primera fase la planta procesaría 200,000 litros de leche diarios para consumo nacional y exportación a Honduras, El Salvador y Guatemala, y en una segunda fase 500,000 litros, para abarcar también los mercados de Costa Rica y Panamá.
HABRÁ PELEA POR LA LECHE
Grupo Corporativo Lala es uno de los mayores del mundo en la producción de leche, mantequilla, yogurt, postres, bebidas y queso. Los tipos de leche que vende son pasteurizadas, ultrapasteurizada y en polvo. Su poder industrial es tal que solo en México procesa cerca de seis millones de litros de leche diarios (2,190 millones de litros por año), dominando el cincuenta por ciento de ese mercado, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de ese país.
En 2012 —el mejor año de la industria nicaragüense— apenas procesó poco más de 505.8 millones (133.6 millones de galones), según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN). La producción total del país fue de unos 818.3 millones de litros (aproximadamente 216.2 millones de galones). Es decir que las plantas pasteurizadoras acopian solo el 61.8 por ciento de la producción lechera nacional, de acuerdo a los datos oficiales.
Los gerentes de las empresas locales dicen no temer la competencia con Lala, pero el recelo es que con el poder industrial que tiene la empresa mexicana termine acaparando la cadena de acopio de leche disponible en el país, la cual es limitada.
Se estima que en todo el país existen unos sesenta acopios y que se necesitarían unos treinta adicionales con una capacidad de almacenamiento y enfriamiento de entre 8,000 y 10,000 litros.
Alfredo Lacayo, director ejecutivo de Centrolac, afirma que habría mayor presión para obtener la leche para procesamiento, porque Lala va a comprarla en la red de acopio ya existente.
Roberto Salvo, director general de Eskimo SA, igual teme se presenten problemas con el acceso a la materia prima, sin embargo “esperamos que Lala venga a contribuir al mejoramiento e incremento de la producción láctea”.
Pero en pocas palabras en vez de tres serían cuatro plantas compitiendo por el mismo 61.8 por ciento de leche que la actual red vial y de electrificación permiten acopiar.
Lo dañino, según analizan, es que al “pelear” por la leche de calidad disponible, la producción se reduzca, se pierda competitividad en Centroamérica y para exportar a otros mercados, y se encarezca el precio de la leche y los derivados para el consumidor nicaragüense.
PRONICARAGUA RESPONDE
Chamorro, de ProNicaragua, no ve tales riesgos y cuestiona a la industria por adoptar esa posición. “Los precios de mercado no se fijan solo porque si ellos compiten por leche y le pagan más al productor (lo cual no es malo), también se definen por la decisión de compra del consumidor y el valor de los productos sustitutos como la leche en polvo”, sostiene.
Encuentra ventaja en que si los productores perciben que se les pagará un mayor precio elevarán la producción “y eso expandirá la oferta y nivelará nuevamente los precios” si llegasen a elevarse.
“Pero digamos las cosas claramente: lo que puede encarecer los productos al consumidor son los carteles o monopolios, que es lo que parece que quien haya hecho esos comentarios (de las desventaja sobre Lala) quiere promover”, sostiene Chamorro.
Recordó que “la libre competencia beneficia al consumidor” porque promueve mercados más eficientes y competitivos, así como exigencia de las empresas a innovar y mejorar la calidad de los productos.
US$$5,196.8
millones fue la factura por ventas que registró el grupo industrial Lala en 2010. Es el dato más reciente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México.
MÁS SOBRE LALA
El grupo industrial Lala se fundó en 1949 en la región de La Laguna, en el norteño estado de Coahuila, México. Ocupó el puesto 91 en el ranking de las mayores empresas de América Latina, en 2010, elaborado por la revista Expansión , que difunde la lista de las 500 compañías más rentables.
Tiene presencia en Estados Unidos (EE. UU.), México y Guatemala. Adquirió en 2009 en una operación por 435 millones de dólares a National Dairy, una de las mayores empresas lácteas de EE. UU. y propietaria de las marcas lácteas Borden y Dairy Fresh. Con esta operación el grupo lechero Lala posee 41 centros de producción y 239 de distribución y una plantilla de unos 35 mil trabajadores.
En 2013 diversificó sus inversiones al adquirir más del diez por ciento de las acciones del Grupo Aeroméxico, la aerolínea comercial que opera más de 600 vuelos cada día a distintas ciudades en México, EE. UU., Canadá, Centro y Sudamérica, Europa y Asia.
Hay suficiente leche, pero la red es limitada
Javier Chamorro, director ejecutivo de ProNicaragua, tampoco observa que el ingreso de Lala al país cause un problema en la leche disponible para acopio, y sí cree que hay suficiente producción para abastecer a todos.
El hecho que las industrias acopien solo el 60 por ciento de la producción nacional, para ProNicaragua significa que gran parte de la leche que se produce “se queda en el campo”.
Para Chamorro “sobra mucha leche y sobrará más” con los programas de apoyo a la producción que se ejecutarán de parte del Gobierno.
Las empresas responden que sí tienen el potencial para incrementar el procesamiento de leche, pero dicen que depende de factores que no controlan, entre ellos la existencia de acopios y cadenas de enfriamiento en las zonas productivas, caminos de penetración accesibles, demanda del mercado y hasta la calidad de la leche, la cual requiere buenas prácticas de ordeño de las vacas.
“Sin esa inversión ninguna empresa puede crecer en el acopio”, afirma Alfredo Lacayo, de Centrolac, al recordar que la mayoría de los caminos productivos están en mal estado y en las zonas lácteas, son pocas las que cuentan con energía eléctrica.
ProNicaragua asegura que en las negociaciones el Grupo Lala les ha dicho que estudian “la posibilidad de desarrollar infraestructura propia para ampliar la capacidad de acopio” en Nicaragua, pero eso dependerá de la necesidad que la empresa tenga.
http://www.laprensa.com.ni

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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