#México: ‘Hay pueblos donde llega la Coca, pero no la leche’, asegura Rosario Robles

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La secretaria de Desarrollo Social habla sobre la Cruzada contra el Hambre, sus ventajas y sus limitaciones
Rosario Robles ha cruzado varias fronteras a lo largo de su carrera política, las que llevan del éxito al escándalo, del ostracismo al primer plano, pero siempre activa y siempre polémica. Fundadora del PRD, mano derecha de Cuauhtémoc Cárdenas cuando éste fue jefe del Gobierno del DF, jefa de Gobierno ella misma de 1999 a 2000, impulsora de la legalización del aborto y partidaria durante un tiempo de Andrés Manuel López Obrador, su estrella comenzó a apagarse tras verse envuelta en el famoso caso de financiación ilegal del PRD conocido como los videoescándalos, que le llevó a abandonar su partido en 2004.
Parecía un fin de trayecto para esta economista, hasta que unió su suerte a la del entonces candidato Enrique Peña Nieto, que ya como Presidente la nombró secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) con una misión: poner en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre, ambicioso programa social basado en el proyecto Hambre Cero del presidente Lula en Brasil para acabar con la desnutrición de 7.4 millones de mexicanos. A la izquierda le faltó tiempo para rasgarse las vestiduras: ¡la antigua progresista se pasaba al conservadurismo autoritario del PRI!
“No soy priísta”, se justifica. “Creo en Peña Nieto, en esta nueva generación del PRI, comprometida con una nueva forma de gobernar, que tiene una visión completamente diferente a la del pasado. Se están tocando intereses hasta ahora intocables y recuperando la rectoría del Estado. Y sigo siendo una mujer de izquierda”.
Claroscuros
En abril su nombre volvió a estar en ojo del huracán: el PAN descubrió el uso de fondos de programas sociales para fines electorales en Veracruz. El nuevo escándalo, cuando México se preparaba para las elecciones del próximo 7 de julio en 14 Estados, no la arredró. El carácter de quien una vez dijo “tengo las faldas bien puestas” y las palabras de Peña Nieto —“Rosario, no te preocupes”— tuvieron efectos mágicos. Rodaron las cabezas de algunos funcionarios, pero Rosario Robles salvó la suya.
“La Cruzada contra el Hambre no ha muerto” asegura, pero reconoce que la campaña fue suspendida en 14 Estados por el proceso electoral y las insistentes denuncias del PAN. “¿Cómo va a estar muerta con las necesidades que tiene la gente? ¡Hombre! Una cosa es el ruido político y otra cosa es que el partido está en la cancha, y ahí es donde se gana o se pierde, y tiene que ver con el hambre. En Oaxaca estábamos trabajando en 123 municipios, pero ahora se paró. Los retomaremos el 8 de julio y mientras seguimos en los otros 18 Estados”.
Primero lo primero…
Dígale a los pobres de esos 14 estados: primero voten y luego coman. “Claro, no pues bueno, que se lo digan los del Pacto por México”.
Su seguridad no disipa las dudas sobre si en muchos pueblos se llenarán antes las urnas que las barrigas. Y México no puede esperar. Los datos alarman. La secretaria afirma que “la pobreza, sobre todo, la que corresponde a carencia de alimentos, ha crecido entre 2008-2011, cuando se disparó por la crisis y la subida del precio de los alimentos. Se calcula que en 2011, 11 mil personas murieron por desnutrición en este País, lo que significa que un mexicano muere cada hora por esta causa”.
Rosario Robles admite que el ambicioso programa del Gobierno del PRI aún está en pañales y cuando se le pide que fije metas responde que “estamos hablando de rescatar a millones de esta condición”. Estos primeros seis meses del año se han ido en lo que llama la construcción del “andamiaje institucional”, es decir, en la titánica tarea de coordinar la Cruzada contra el Hambre a nivel federal, estatal y municipal. En otras palabras, poner orden a 2 mil 500 programas “que se aplican de manera dispersa”. Un proceso lento en el que ha habido avances. Pero el plan ha tenido sonados tropiezos como en el Distrito Federal, la ciudad que llegó a gobernar cuando era perredista; ahí el recelo de sus antiguos compañeros ha provocado que la entidad apenas comience a firmar los acuerdos-marco.
Principales retos
Al llegar al cargo, afirma, se encontró con que no existían instituciones trabajando sobre el terreno y que abundaban las duplicidades ineficientes. “Uno de los problemas a los que nos hemos enfrentado es a la ausencia total de instituciones en el ámbito territorial. La política de transferencias monetarias las desmanteló. La política social se ha convertido simplemente en una transferencia individualizada, incluso ya hasta despersonalizada, y esto ha llevado a un desmantelamiento de las instituciones”.
Asegura que ya se tienen comisiones trabajando para aplicar el programa en 391 municipios de los 400 previstos, lo que incluye acuerdos con 30 gobernadores, pero su intención y su ambición es construir “un sistema integral y único de programas sociales para todo el País” y, lo que es más importante, contar con “un padrón único de beneficiarios”.
Ese listado nunca se ha podido hacer por los recelos entre los gobernadores y el Gobierno Federal. Para conseguirlo, Robles confía en una bala de plata: que el Pacto de México imponga el compromiso de lograr que los mexicanos más pobres coman tres veces al día y tengan las debidas oportunidades le pese a quien le pese. El aparato burocrático, dice, “es como un elefante al que hay que patear y patear para lograr que medio se mueva, y a veces sientes impotencia y quisieras que la actuación fuera mucho más rápida”.
Otros dos fenómenos conspiran también contra de la Cruzada: México continúa su escalada demográfica, lo que puede dejar muy cortos los resultados del programa incluso en el caso de tener éxito; por otra parte está la obesidad, una trágica paradoja en un País con casi un 50% de pobres y el récord mundial en número de obesos.
Total vergüenza
“En México hay pueblos donde la Coca-Cola llega pero no la leche”, reconoce la secretaria. La Sedesol ha puesto en marcha una campaña contra los productos chatarra (comida basura), pero también ha llegado a acuerdos con compañías de refrescos y otras del sector de la alimentación (Pepsi Co. y Nestlé) para que se sumen a la cruzada. Una decisión polémica que ya suscitó fuertes críticas. Ante ellas, responde: “Estas empresas se han sumado hasta ahorita a investigar sobre una galleta nutritiva, vamos a ver qué pasa. Claro que es polémico, pero lo que sí quiero aclarar es que es a cambio de nada”.
Otros programas asistenciales fracasaron en el pasado. Para ver los resultados, esto sí, habrá que esperar seis años.
http://www.vanguardia.com.mx

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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