El problema fundamental fue la falta de mercado para los quesos y el excesivo almacenamiento del producto, lo que canceló la compra de leche.
A mediados del pasado mes de mayo, comenzó a generarse una crisis en la industria de los lácteos, lo que afectó a la producción de leche de los ganaderos del Valle de Apatzingán. Lo anterior se debió a que el consumo de queso y demás derivados de la leche se estancó después de la Semana Santa, por lo que las queseras de toda la región no pudieron vender sus productos, lo que finalmente derivó en que a la fecha el mercado de leche y de quesos colapsara, por lo que la mayor parte de las queseras tuvieron que disminuir o en su defecto parar por completo la producción, como fue el caso de Jesús Chávez, de La Ruana. En entrevista con Leonardo González Tafolla, uno de los productores de queso de esta zona, agregó que el problema fundamental fue la falta de mercado para los quesos y el excesivo almacenamiento del producto, lo que provocó un efecto negativo en los productores de leche porque las queseras tuvieron que reducir a la mitad la compra de leche y en algunos casos cancelar la compra del lácteo. Ante tal crisis acudieron a esta ciudad funcionarios de la Federación y del Estado para conocer de cerca el problema. Con ellos se definió que habría que seguir las siguientes políticas o estrategias: Por un lado se analizó la posibilidad de vender la leche fuera de esta ciudad, para lo que Liconsa Michoacán se ofreció a comprar los excedentes de leche. Para este aspecto se presenta una problemática ya que se pidió que se le lleve hasta Jiquilpan el excedente de lácteo, lo que implica un desarrollo de infraestructura, técnicas en el manejo de ordeño para poder cumplir con los parámetros de calidad que exige la empresa. A lo que se propuso establecer un sistema de acopio en cada municipio, en el que unidades móviles recolectaran la leche de los ganaderos y luego se va a llevar a un tanque mayor, llamado silo. La leche recolectada será de Buenavista, Apatzingán y Tepalcatepec, para lo cual se estableció una coordinación de los tres municipios, por lo que la Sagarpa abrió una ventanilla para recibir proyectos sobre el particular. Se dijo era importante diversificar los tipos de quesos que se fabrican en la región como es el queso de pieza, adobera, requesón y algunos subproductos, para agregar a esta producción los que vienen de fuera como el manchego, chedar y Oaxaca. Para ello se sugirió que se empezara a implantar la tecnología para esa producción.