Una organización dedicada a la salud materno-infantil emplaza hoy al gobierno indonesio a esclarecer con transparencia si las fórmulas para lactantes que se venden aquí procedentes de Nueva Zelanda contienen sustancias contaminadas con bacteria.
La Asociación de Leche Materna (Aimi) expresó dudas sobre la certeza de una declaración de autoridades oficiales que confían en recientes reportes de la firma neocelandesa Fonterra según los cuales las importaciones de sus productos en el país asiático están exentos de peligro.
Fonterra se encuentra en el ojo de una tormenta en la región, después que ella misma reconoció que había exportado lotes de alimentos susceptibles de provocar botulima y que obligó a Rusia, China, Malasia, Vietnam y Cambodia a retirarlos del mercado.
Aimi declaró que los consumidores necesitaron contar con información acerca de las fórmulas para lactantes que han proliferado en los años recientes, y señaló al respecto que se pueden encontrar en venta muchas marcas cuyo número excede a las necesidades maternas.
Añadió que el escándalo con Fonterra no es el primero de este tipo que estalla en Indonesia, ya que en 2008 una investigación emprendida por el Instituto Bogor de Agricultura detectó la bacteria sakazaki en muestras de fórmulas sometidas a exámenes de laboratorios.
Por entonces el ministerio de salud rehuyó dar a conocer la identidad de los fabricantes, ignorando una orden de la Corte Suprema, recuerda la entidad denunciante, por lo que recomendó a las madres elegir con cautela lo que compran para sus hijos y se esfuercen por la alimentarlos en forma natural.
El Instituto Bogor manifestó el lunes que todavía el Punto de Contacto de Emergencia Nacional para la Red Internacional de Seguridad Alimentaria seguía sin recibir información alguna relacionada con el caso de contaminación en Nueva Zelanda.
Según esta fuente Indonesia figura entre ocho países a los cuales se exportan materias infectadas en productos como alimentos procesados, carnes y cervezas.
http://www.prensa-latina.c