El Parlamento Europeo (PE) aprobó ayer el reglamento conocido como paquete lácteo, que fortalecerá el poder de los productores para negociar los precios de la leche, informó ayer la Agencia Ical. 
La legislación, acordada con los estados miembros y que tiene el visto bueno del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) desde diciembre, permitirá a las organizaciones de productores negociar directamente con los transformadores. Con ello se busca que los ganaderos obtengan un precio más justo por la leche. La nueva norma también tiene como objetivo preparar a los productores para el término de las cuotas lecheras en 2015, según informó el PE. A partir de ahora, el Consejo debe dar su visto bueno formal al nuevo reglamento, que se aplicará hasta junio de 2020.
El paquete lácteo es una propuesta de la Comisión Europea, presentada a petición del Parlamento Europeo, tras la crisis de los precios de la leche en el 2009 y que recoge las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel. Su objetivo es ayudar a que el sector se prepare ante la desaparición de las cuotas láctea en el 2015, lo que supondrá una mayor oferta de leche y unas más duras condiciones de negociación con los compradores.
La nueva legislación, aprobada por 574 votos a favor, 97 en contra y 18 abstenciones, tiene como objetivo garantizar el desarrollo viable de la producción y un nivel de vida equitativo a los productores de leche, así como conseguir una distribución más equitativa del valor añadido a lo largo de la cadena de suministro.
Garantizar la competencia. Este reglamento fortalece el poder de negociación de los ganaderos con respecto a los transformadores de leche, permitiendo que las organizaciones de productores o sus asociaciones negocien conjuntamente los términos del contrato, incluido el precio, para una parte o la totalidad de la producción de sus miembros.
Para garantizar una competencia justa, el volumen de leche cubierta por las negociaciones entre las organizaciones de productores y los transformadores o recolectores no podrá superar el 3,5% de la producción total de la Unión. Tampoco podrá superar una tercera parte de la producción nacional o el 45% en los países con una producción total anual de leche cruda inferior a 500.000 toneladas.
Los países de la UE decidirán si imponen o no contratos que cubran la entrega de leche de los ganaderos a los colectores o transformadores en su territorio. En caso de que sean obligatorios, estos contratos deberán realizarse antes de la entrega, formalizarse por escrito e indicar el precio, los plazos de pago y las modalidades de recogida o entrega de la leche. Los estados miembros podrán establecer una duración mínima de los contratos de al menos seis meses, lo que recomienda el PE encarecidamente a los países de la UE que fijen este mínimo.
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