El secretario xeral de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, ha replicado al propietario de Leite Río, Jesús Lence, que los precios que se pagan actualmente por la leche en Galicia no cubren los costes de producción, por lo que si se mantienen conducirán al cierre de las explotaciones. «Él cerrará cinco minutos después de que cierren los ganaderos gallegos», ha advertido.
En declaraciones a Europa Press, García se ha referido a las declaraciones de Lence, que ha considerado una «auténtica barbaridad» la convocatoria de la huelga en el sector lácteo a partir del 27 de noviembre y ha sugerido a los ganaderos que reduzcan costes porque entra leche de otros países «más barata». El líder de UU.AA. ha destacado que en Galicia se paga el precio más bajo de los países de la Unión Europea de los 15 y de España y ha sostenido que «hay cosas que no son opinables». «Los datos podrán gustarle más o menos, pero no son opinables», ha protestado. Así, ha concluido que la «barbaridad» dicha por Lence, que es «una persona informada», se debe a que «miente a sabiendas». «Si no, me empezaría a preocupar seriamente por el futuro de la empresa», ha señalado y ha afirmado que el empresario no sería capaz de conseguir leche de fuera por menos de 40 céntimos el litro. Además, ha advertido al empresario que «se equivoca de enemigo» y ha dicho que le llama «poderosamente la atención» que en un país como España, en donde se produce únicamente el 70% de la leche que se consume, los industriales «no apueste por una clara protección de la especie del ganadero». A 28 céntimos el litro, ha avisado, «no quedarán ganaderos a los que coger sangre, porque a ese precio no se coge leche, se coge sangre», ha incidido García, que ha considerado que este tipo de declaraciones animan a los sindicatos a mantener sus protestas. Asimismo, ha criticado que, «en el siglo XXI, un empresario que es de referencia en muchas cosas plantee que su modelo de relación contractual es el de derecho de pernada». El contrato con el ganadero tal como se aplica en otros países –rechaza el de España, motivo por el que se convoca la huelga, porque considera que la negociación no se produce en igualdad entre las partes– evita que el comprador calcule «de forma retroactiva lo que quería ganar» y pagar después al ganadero en función de ese cálculo. http://www.europapress.es