Ambas agrupaciones consideran que esta marca de garantía demuestra que es posible pagar un precio digno a los ganaderos.
La Alianza por la Unidad del Campo, formada por Upa y Coag, refrendó ayer su respaldo a la leche Tierra de Sabor, porque consideran que “es la demostración de que es posible pagar un precio digno a los ganaderos por un producto de máxima calidad”. Para ambas agrupaciones, es “clave” que los ganaderos vean garantizados unos precios justos para poder mantener sus explotaciones, ya que se trata de “un proyecto que debe garantizar el presente y el futuro de las explotaciones lácteas”.
Además, afirman que los niveles de consumo de esta leche han mejorado las previsiones iniciales de comercialización, al pasar del 5 por ciento previsto inicialmente al 6,1 por ciento actual. En este sentido, aseguran que frente al precio pagado por el resto de industrias lácteas en lo que va de año, Tierra de Sabor está abonando entre 4 y 5 céntimos de euro por litro a mayores a sus ganaderos proveedores.
Según los datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura y Ganadería hasta la fecha, a lo largo del 2012 se han comercializado 2,65 millones de litros de leche bajo la denominación Tierra de Sabor, cumpliendo con los parámetros de máxima calidad procedente de la cooperativa LAR. Además, en próximas fechas se empezará a comercializar también la leche de la cooperativa salmantina Pecogasa.
UPA y COAG valoran muy positivamente que la leche Tierra de Sabor ponga a la venta un producto de máxima calidad, y que el valor añadido que está generando repercuta para que los ganaderos superen la grave crisis de precios acumulada desde hace años, lo que ha supuesto la expulsión continua de activos en esta región. En ese sentido, realizan un llamamiento al resto de industrias para que envasen la leche Tierra de Sabor en las mismas condiciones que lo está haciendo actualmente Gaza, “demostrando así un compromiso real con Castilla y León”.
Por otro lado, en un comunicado ambas organizaciones agrarias exigen al Gobierno central “que tome medidas urgentes y garantice la trazabilidad de la cadena alimentaria y evite la especulación a la que las industrias lácteas y distribución sigue sometiendo a los productores incluso con leche procedente de otros países”. Al respecto, subrayan que “resulta absolutamente injustificable que en esas condiciones de total preponderancia de las industrias lácteas se siga presionando a los ganaderos de nuestra región con la consiguiente destrucción de empleo y de riqueza”.