Advierten de que denunciarán ante Competencia los «pactos» de las lácteas, que abocan al sector a la ruina.
Un grupo de cien ganaderos procedentes de diferentes puntos de España (Galicia, Asturias, Castilla y León, Cantabria y Andalucía) mantuvieron esta semana una reunión en Lugo con el fin de alertar a las administraciones y a las industrias de los peligros que correría el sector si finalmente se produce una bajada del precio de la leche. Se han constituido bajo la plataforma Ganaderos Lácteos Unidos, un movimiento que nació a principio de año a través de las redes sociales y que celebró en Lugo su segundo encuentro.
Entre los acuerdos que tomaron, destaca la puerta abierta a una huelga a nivel nacional en la entrega de la leche a las industrias, que sería de manera indefinida «si se cumplen las amenazas de bajada de los precios de la leche». El portavoz de esta plataforma -que en mayo tendrá la tercera reunión en León, a la que se espera que asistan más de 500 ganaderos-, José María Álvarez, señaló que no temen un paro «porque si nos bajan los precios no tenemos nada que perder, porque significa la ruina de cientos de explotaciones» y apuntó que las industrias «no pueden prescindir de ningún litro de leche en España, y ellas lo saben».
Desde este colectivo se afirma que no hay motivos para una caída de los precios, «simplemente sería para enriquecerse a costa de la economía precaria de los ganaderos». La industria, por su parte, ya afirmó esta semana que existen razones de mercado que fuerzan una medida que supondría una bajada de entre dos y tres céntimos por litro en origen. Los argumentos que emplean son los excedentes lácteos en Europa.
La plataforma Ganaderos Lácteos Unidos recuerda que los productores españoles «son los que menos dinero perciben por litro de leche de todo el mercado internacional, ya que la industria paga más por la leche extranjera, que importa de otros países, que por la que se produce en España».
Concertación empresarial
Este colectivo anuncia también que denunciarán ante Competencia lo que considera un abuso de poder de la industria hacia los ganaderos. «Todas las empresas bajan los precios a la vez, sabemos que han tenido reuniones en Cantabria y en Galicia para pactar los precios», explica José María Álvarez.
Además de esta denuncia, y a la espera de iniciar la huelga de entrega, la tercera medida que han aprobado pasa por mantener reuniones con todas las administraciones para explicar la situación y «el peligro serio de cierre de las explotaciones». Álvarez señala que desde el sector hay «cansancio por las constantes reducciones de precios», e indicó que al consumidor una subida de cinco céntimos en una compra mensual de 20 litros le supone un euro, «pero para nosotros una subida o una bajada significa vivir o cerrar».
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