Asturias, País Vasco y Andalucía son las únicas regiones que se libran de la caída de precios gracias a contar con cooperativas.
El fin de las cuotas lácteas, el veto ruso y el parón de las compras de China han provocado la actual situación y «tienen la producción paralizada»
El sector lácteo estatal se ha levantado ante la actual situación de crisis de los precios en origen. En Galicia las movilizaciones de ganaderos y tractoradas se han convertido en algo habitual en las últimas semanas, mientras que en Castilla y León los profesionales del campo iniciaron esta semana la denominada ‘marcha blanca’, que concluirá ante la sede del Ministerio de Agricultura el 4 de septiembre, el mismo día en el que se celebra el primer Consejo de Ministros europeos del ramo. La situación de Asturias no es tan crítica como la de sus regiones vecinas y por ello las organizaciones agrarias del Principado no se han sumado a ninguna de estas movilizaciones, algo que sí han hecho algunos ganaderos a título particular. Aún así, la preocupación está instalada en los profesionales asturianos que temen que la espiral de caída de precios en origen acabe llegando a la región.
Tres son las comunidades autónomas que mejor están capeando este temporal. Asturias, País Vasco y Andalucía. Las tres tienen en común la existencia de cooperativas e industrias lácteas en su territorio que, además de recoger la leche a los ganaderos, la transforman generando unos productos de calidad con los que se obtienen unas plusvalías. Todo ello permite que los ganaderos de leche asturianos, vascos y andaluces perciban unos precios más altos que sus colegas cántabros, leoneses o gallegos por la leche que producen.
Otro factor que juega en contra de estas últimas autonomías es que carecen de industrias lácteas propias con suficiente peso, caso de Cantabria, o cuentan con demasiados primeros compradores que no transforman la leche sino que la venden a las industrias, como sucede en Galicia. Todo ello acaba influyendo en los precios que perciben los ganaderos.
«La situación actual es complicada y en cada comunidad autónoma la problemática es diferente en función de si transforman la leche o no. Incluso la consejera de Castilla y León reconoce ya que el fin de las cuotas lácteas no ha sido la oportunidad para las explotaciones que se dijo desde el ministerio», señala Joaquín López. El secretario general de UCA defiende la aplicación de un precio mínimo que permita al ganadero cubrir los costes de producción. «Lo que no es normal es que Francia, que es un país exportador de leche, haya fijado un precio mínimo de 34 céntimos el litro, y en España haya ganaderos a los que se les pague a 20 céntimos. El ministerio está consiguiendo lo que quiere, que es que la leche en el lineal del supermercado esté barata. ¡Se está pagando la leche más barata que hace 30 años!», critica López, quien considera que «ni a nivel nacional ni regional las administraciones se han tomado en serio a la ganadería».
Muy crítica es también con el Ministerio Mercedes Cruzado, secretaria regional de COAG. «La ministra elude sus responsabilidades y nos pide que lleguemos a un acuerdo de buena voluntad con la industria y la distribución, cuando la única voluntad de estas dos es tener beneficios», afirma. «Lo que se necesitan son medidas para urgentes en los precios. Mientras no se controle la producción y haya un precio mínimo que cubra los costes, esto no se va a arreglar. Es algo que en Francia ya hacen y si en España es necesario cambiar la ley de la Competencia pues que la cambien».
Ramón Artime, presidente de la Interprofesional Láctea y de Asaja explica que la situación actual de precios se debe a varias causas. «La producción láctea está paralizada» como consecuencia del veto ruso y del parón de las compras de China. Además «España ha incrementado tras el fin de las cuotas un 4% su producción, mientras que el consumo ha caído otro 4%». Para Artime, una solución sería «valorizar la leche en los lineales y así se podría repartir ese valor entre todos los eslabones».
Reunión con el comisario
Podemos también entró ayer en el debate sobre la situación del sector lácteo. Lo hizo para reclamar un precio mínimo para la leche. Por otra parte, la ministra Isabel García Tejerina se reunirá el lunes con el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, para tratar de articular alguna medida que palíe esta crisis de precios. El propio Hogan descartó ya ayer subir el precio de intervención de la leche, como pide el Gobierno español, porque «podría perjudicar la competitividad del sector lácteo de la UE».