Pasado, presente y futuro. La conselleira analiza para ABC los retos inmediatos del sector lácteo ante el fin de las cuotas y pone en valor lo logrado estos años.
Mientras el sector lácteo mira con incertidumbre su futuro, ella prefiere abonarse al optimismo. También cuando analiza los incendios, que este año han sido clementes con los montes y con sus horas de descanso. No por ello ha cesado en su recorrido continuo por toda la Comunidad. Este viernes tocaba Mazaricos. Rosa Quintana clausuró una jornada sobre el lácteo, sector que últimamente también le quita el sueño. Receta unión y organización. Porque para la conselleira, tanto ganaderos, industria como distribución deben remar en una misma dirección. Ese es su reto.
—El 1 de abril de 2015, las cuotas lácteas serán historia. ¿Oportunidad o incertidumbre?
—Oportunidad. Soy muy positiva y nunca voy a tirar la toalla. La mayor parte del sector ganadero tiene hechos los deberes: tenemos unas explotaciones lecheras que son tan eficaces y eficientes como cualquier otra del resto de la UE. Pero nos sigue faltando organización del sector, unión. No podemos ver al enemigo en el eslabón siguiente de la cadena. Todos somos necesarios, como necesario es también que todos los eslabones entiendan que, si falla alguno, se cae todo el sistema. Nos falta también abrirnos al mercado. Si Galicia consume el 8% de la leche que produce, en algún sitio la tenemos que vender. ¿Por qué no explorar zonas fuera de España?
—Aún así, España no produce todo lo que consume.
—Si otros países de la Unión Europea son capaces de poner sus productos en España a precios competitivos, ¿cómo no vamos a ser capaces de hacerlo nosotros?
—Son capaces porque suelen mandar sus excedentes.
—Me parece que estamos en un mercado libre, donde todos podemos competir en igualdad de condiciones. Un horizonte sin cuotas lo veo como una oportunidad para que el sector salga fortalecido. Pero si no somos capaces de conseguir esa organización del sector productor, fallaremos.
—¿Y qué falla para seguir teniendo un sector desestructurado?
—Hay ciertos intereses de gente que no está interesada en su desarrollo.
—¿Quién?
—Algunas declaraciones de representantes del sector que están haciendo poco por construir y mucho por destruir. No quiero echarle la culpa a nadie, pero si en Galicia existen en estos momentos dos organizaciones de productores lácteos que tienen una serie de objetivos que cumplir y éstas dos representan el 35% del volumen de leche que se genera aquí, ¿por qué no se están sentando a resolver los problemas de esos ganaderos a los que representan?
—Podrían actuar de mediador entre industria y productores. ¿Va a defender la Xunta la inclusión de esta figura en la reforma del Paquete Lácteo?
—Por supuesto. Es una petición que hicimos en el anterior real decreto y que ahora volvemos a reiterar.
—Pese a la modernización, ¿cómo se explica que los ganaderos gallegos perciban el precio de la leche en origen más bajo de toda España?
—Estoy analizando esta situación porque me preocupa. Estamos hablando de precios medios. Las explotaciones más eficientes no tienen esa diferencia de precio con el resto de las regiones o países de la UE. Sí me molesta que Galicia salga como esa región a la que siempre se le paga menos. Una de las causas puede estar en la atomización que existe en el sector, en el dinero que cuesta la recogida y también en que somos la región que menos leche consume.
—¿Se beneficia la industria de esta desestructuración del sector?
—Perjudica a todos y no beneficia a nadie. Un sector desestructurado es lo peor que nos puede pasar para todos.
—De industria a distribución. ¿Se puede vender un cartón de leche a
50 céntimos el litro?
—Yo entiendo que no, pero no sé cómo construyen el precio.
—¿La Administración no puede actuar?
—Estamos actuando. Hay inspecciones y va a haber más. También hubo expedientes sancionadores muy fuertes.
—¿La industria y la distribución aprenden a base de multas?
—La sanción no es lo que hace cambiar las cosas. Me gustaría llegar a ese grado de madurez del sector donde no necesiten tanta presión inspectora porque, desde luego, actualmente la hay. Además, los gallegos debemos sentirmos más sociedad en conjunto.
—Dice que hay controles y, sin embargo, Unións Agrarias aseguró que usted mantuvo una «reunión secreta» con varias industrias, con la que existiría cierta complicidad…
—Como conselleira, no me decanto ni por un lado ni por el otro. Lo único que transmito es que uno sin el otro no podrían sobrevivir. Estoy intentando mediar en todos los campos de juego para que la próxima campaña sin cuotas no nos pille a nadie fuera de juego. Estoy pidiendo colaboración a la distribución, a la industria y a los ganaderos. Pero nunca con reuniones secretas. Me molesta que se diga eso.
—¿No hay trato de favor?
—No, a nadie. Sería algo ilegal que yo no haré nunca. Pero sí creo que, como conselleira, tengo que saber cómo ve la industria, la distribución y los ganaderos el escenario nuevo sin cuotas. Y con toda la información posible, intentar acertar en las medidas legislativas para que no perjudique a nadie. Porque aquel que crea que cargándome a la industria voy a seguir ganando, se equivoca. El que crea que cargándome al ganadero va a salir beneficiada la industria, se equivoca. Y aquel que piense que cargándome a la industria y al ganadero voy a salir ganando, se equivoca.
—¿Se debe apostar por industrias eminentemente gallegas?
—Claro, hay que buscar ese valor añadido que aún no tenemos suficientemente desarrollado. Con un escenario sin cuotas, a lo mejor debemos pensar en tener suficiente pulmón financiero para producir leche condensada, en polvo u otros tamaños de tetrabrick para poder comercializar hacia el exterior.
—¿Qué grado de responsabilidad tiene la Xunta en la gestión y quiebra de Alimentos Lácteos?
—Poca. No estábamos en la directiva.
—Pero se dieron ayudas públicas…
—Sí. Aquí siempre tienes una difícil decisión. Cuando te dicen «necesito esto para continuar vivo». ¿Qué haces? ¿Tomas la decisión de decirle «no, te mueres» o «vale, te ayudo»? Es una lástima que fracasase. No sé dónde estuvo el problema, pero es muy difícil que la Administración entre en una empresa donde están directivos y gerentes.
—¿Hubo connivencia con Pascual para retrasar el concurso de acreedores?
—No lo sé. Sí puedo decir que Pascual estuvo, en un momento, interesado en llegar a un acuerdo con Alimentos Lácteos para poder reflotar el proyecto.
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