El grupo socialista ha denunciado hoy que los ganaderos «están regalando la leche» en Cantabria, que tiene, según el PSOE, el segundo precio en origen más bajo de Europa mientras el Gobierno «no hace nada» para paliar esa situación y sigue augurando un «futuro esperanzador» para el sector lácteo.
La diputada Ana Isabel Méndez ha acusado al Gobierno de dejar «solo en manos del mercado» a un sector ganadero que «no levanta cabeza» y le ha reclamado medidas ante la caída de los precios.
Méndez ha señalado que, según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) el precio que se paga en origen en Cantabria es a día de hoy de 0,34 euros, un 7,41 por ciento más bajo que en enero de este año.
Y ha subrayado que el sector está viviendo ahora una «situación muy difícil», después de unos meses mejores, que le han permitido «tapar agujeros» aunque no conseguir más rentabilidad.
Según el diagnóstico del PSOE, el empleo se está «destruyendo a marchas forzadas» con 200 trabajadores menos ahora que en 2011, la afiliación a la Seguridad Social ha caído y también su contribución al Producto Interior Bruto (PIB) mientras se sigue vendiendo leche a pérdida, las ayudas «no llegan o llegan tarde» y la situación se agrava por factores coyunturales externos como el impacto del veto ruso en el mercado y la caída de la demanda china.
Méndez ha pedido al Gobierno y a su presidente, Ignacio Diego, que «deje de mentir» a los ganaderos sobre su «futuro esperanzador» y no siga de «brazos cruzados» como, a su juicio, viene haciendo durante los tres años que van de legislatura, en los que solo ha aprobado uno de los trece planes que prometió para el sector primario, el forestal, ha apuntado.
El grupo socialista defenderá en el Parlamento una serie de medidas que pasan por que la Consejería de Ganadería convoque a la Mesa Agraria y a la Mesa Láctea de forma urgente.
También reclama medidas que garanticen el cumplimiento de los contratos lácteos de los ganaderos con la industria, que, según Méndez, se están incumpliendo y que se intensifiquen las campañas de inspección de la leche y los productos derivados importados, con más personal.
Uno de los aspectos en los que más ha incidido la diputada es en las consecuencias de la venta de la leche a pérdida en supermercados y grandes superficies (por debajo de su precio de coste), que está dando lugar incluso a la aparición de segundas marcas blancas, dice.
Así, exige que se extremen las medidas de control en los puntos de venta, también implicando a más personal en las inspecciones porque cree que estos controles no se pueden limitar a diez visitas anuales y que «hay que ir mucho más allá».
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