Una treintena de empleados se concentraron este martes en Pamplona en defensa de un convenio colectivo
Los trabajadores han realizado una votación y «con mayoría absoluta» constataron que «están dispuestos a pelear»
Una treintena de trabajadores de Lácteos Goshua se concentraron este martes en Pamplona en defensa de un convenio colectivo, coincidiendo con la primera jornada de la huelga indefinida que iniciaron anoche y que, según el comité, está siendo secundada por el 90% de la plantilla.
Una plantilla formada por unos 60 trabajadores que, desde el pasado 19 de diciembre, protagonizan movilizaciones para protestar por la negativa de la dirección a negociar un convenio propio para esta fábrica, ubicada en el Polígono Industrial Elordi, de Iraizoz, en el valle de Ultzama.
Tras una pancarta firmada por CC OO y ELA en la que se leía, en euskera, «Los trabajadores, a favor de nuestros derechos», los congregados han permanecido frente al Departamento de Trabajo del Gobierno de Navarra haciendo sonar sirenas y silbatos para llamar la atención sobre su situación.
Durante la concentración han proferido consignas como «sin convenio no hay yogures», «en estas Navidades, ni cuajadas ni yogures», «sin negociación no hay solución» o «si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra. Si esto no se apaña, caña, caña, caña».
Durante la protesta, Mikel Arauso, delegado de ELA, señaló a los periodistas que, con sus movilizaciones, pretenden mostrar a la empresa «que estamos dispuestos a pelear para conseguir un convenio blindado, con una ultraactividad, y defender nuestros derechos que son los que no nos quieren respetar» ya que el pacto que tenían hasta ahora «con la nueva reforma no sirve para nada».
El conflicto, señalaron CC OO y ELA en un comunicado, comenzó «por el planteamiento de chantaje a tres trabajadores de reducirse el 40% del salario o salir despedidos de la empresa y por la negativa de negociar un convenio propio blindado frente a la reforma laboral», a lo que se ha sumado la no renovación de contrato a dos empleados.
En contra de ello comenzaron unos paros parciales de dos horas por turno los días 19 y 20 y de jornadas completas los días 23, 26 y 27 de diciembre y 2 y 3 de enero, para desembocar en una huelga indefinida ya que, dijo Mikel Arauso, «está todo bloqueado».
«Y está bloqueado, no porque el comité o la plantilla no nos queramos reunir, sino porque ellos no se quieren reunir con los asesores», señaló Arauso, quien se encontraba acompañado de Gustavo Berrio, de CC OO.
Los trabajadores «estamos disponibles las 24 horas para cuando nos llame la directiva, pero de momento no hay nada», agregó Arauso, quien ha mostrado la intención de los trabajadores de mantener la huelga indefinida «hasta que ellos se sienten en la mesa con nuestros asesores».
Según comentó, este mismo martes los trabajadores realizaron una votación y «con mayoría absoluta» constataron que «están dispuestos a pelear hasta la última». «Creemos que lo que estamos defendiendo es algo que hemos tenido hasta ahora y que queremos seguir teniéndolo», concluyó.
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