El sector entiende que el producto se vende por debajo de su valor real
Los productores lácteos no están dispuestos a dejar que el sector se hunda sin antes jugar todas sus bazas. La desesperación que viven muchas granjas de la comarca, incapaces siquiera de hacer frente a los gastos de alimentación del ganado, ha extendido la idea de que lo más conveniente en este momento sería realizar una huelga de entregas que dejase desabastecidos los mercados. Así, al menos, quedó de manifiesto en la concentración en defensa del sector llevada ayer a cabo en Santa Comba y a la que acudieron más de dos centenares de ganaderos de la comarca, muchos de ellos incluso con sus tractores.
La marcha xalleira, convocada por los tres sindicatos agrarios gallegos, fue la más numerosa de cuantas se han realizado hasta el momento en las principales comarcas ganaderas de la comunidad a espera de la que tendrá lugar mañana en Lalín. Según alguna de las organizaciones convocantes, el número de manifestantes rondó los dos millares, mientras que los tractores superaron con creces el medio centenar. Al acto de protesta también se sumaron productores llegados de comarcas limítrofes como Bergantiños, Soneira o Santiago, e incluso comerciantes que optaron por cerrar sus negocios en un acto simbólico de apoyo al colectivo ganadero.
«Imos facer todo o necesario antes de rendernos. Que o teñan claro os que mandan. Se hai que manifestarse, farémolo e se hai que tirar o leite que saiban que aquí a industria non vai recoller nin un so litro», apuntaba el ganadero mazaricano Germán González, uno de los cabezas visibles de la Organización de Productores Lácteos (OPL) en Galicia.
En esta idea incidió también Roberto García, secretario general de Unións Agrarias, que cargó contra las Administraciones central y autonómica, a las que acusó de pasividad ante la entrada masiva de leche a precios ilegales. «A administración sabe perfectamente o que pasa coas importacións e non fai nada. Esa entrada de leite ilegal a baixo prezo funde o noso produto», señaló.
Discurso severo
Francisco Bello, de Xóvenes Agricultores, fue especialmente duro contra las industrias lácteas a las que calificó como de «piratas» por aprovecharse de la delicada situación que atraviesan los ganaderos en su propio beneficio. «Non hai razón de mercado que xustifique ter os prezos máis baixos de Europa», apuntó el sindicalista. Desde el Sindicato Labrego, por su parte, se abogó por medidas que permitan terminar con la imposición de los precios por parte de las lácteas. Su máxima responsable, Isabel Vilalba, señaló la necesidad de que los contratos homologados que se firmen a partir de ahora recojan un precio mínimo que permita a los productores cubrir sus costes de producción.
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