El desequilibrio entre costes de producción y los precios de los productos ganaderos (leche y carne) es el principal desafío contra el que lucha el sector en Ciudad Real y Castilla-La Mancha, un desfase que este año se ha visto agravado por la sequía invernal. “Las verdaderas crisis de nuestro sector vienen principalmente por la falta de agua en el campo y, por tanto de pastos, o por epidemias”, apuntan los ganaderos consultados por ‘El Campo’. Los retos más perentorios que solicitan son que funcione la Ley de la Cadena Alimentaria, que la Administración atienda sus demandas y que puedan conocer de manera “realista” las cantidades que les corresponderá con la nueva PAC.
Los ganaderos ciudarrealeños (principalmente de ovino y vacuno) han venido exigiendo en los últimos años medidas para ganar rentabilidad en un negocio que deja un margen neto entre 12 y 15 euros la cabeza de carne, y que consideran “poco apoyado” por la administración.
Precisamente, el sector está pendiente de la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) y vive un estado de incertidumbre porque los productores desconocen las ayudas que obtendrán para sus explotaciones. “No sabemos cómo quedarán los pagos base”, señalan.
Ya está abierto el plazo de las solicitudes y está previsto hasta el 15 de mayo (el Magrama está negociando su ampliación hasta el 15 de junio), con unas estimaciones “buenas”, según el ganadero almodovareño y vicepresidente de Asaja, José Ramón Montoya, a tenor “de la estabilización de los costes de producción”, con los precios de los piensos ligeramente inferiores, los de la paja con mayor retroceso y una bajada de los del gasóleo.
Desde organizaciones como UPA, su secretario de Organización, Ramón Sáez, alerta del “favorecimiento” que traerá la reforma para “los especuladores”, al desvincular la titularidad de terrenos de pastos de la actividad de la explotación y la eliminación de los requisitos para estar en la nómina del Registro general de explotaciones ganaderas -Rega-. “Lo más flagrante” para Sáez “es que cualquier titular de tierras pueda solicitar la subvención sin necesidad de estar asociado a unidades ganaderas.
En estas luces y sombras que ve Sáez está el “cómo quedará el concepto de ganadero activo”, ya que la nueva comarcalización “podría crear desigualdades”.
Desde la Consejería de Agricultura destacan que el nivel de ayudas para el sector ganadero es similar al actual, pese, según organizaciones como UPA o Unión de Uniones, a la disminución de las inversiones previstas en los presupuestos europeos.
En este sentido, subrayan las líneas que se abrirán en Castilla-La Mancha en otro pilar de la PAC, el del Programa de Desarrollo Rural (PDR), para fomentar el pastoreo, apostar por la ganadería ecológica y las razas autóctonas (se acaban de aprobar más ayudas para la creación o mantenimiento de los libros genealógicos), como es el caso de la oveja manchega, que mayoritariamente se cría en régimen extensivo.
Densidad
En cuanto a la cabaña ganadera de la provincia, Montoya indica que el Valle de Alcudia (hay otras comarcas como Piedrabunea, Almagro o Almadén) copa la mayor densidad ganadera de la región, en concreto la comarca de Almodóvar del Campo cuenta con más de 250.000 ovejas y 50.000 vacas, con unas explotaciones de carne con un promedio de entre 800 y 1.000 cabezas de ovino y 100 de vacuno.
Así, “el aprovechamiento de los pastos para la alimentación en el Valle de Alcudia en primavera y otoño es muy importante”, si bien el problema “es que cada vez los años son más secos, y la mitad de los costes de producción corresponden al pienso, además de la mano de obra, la energía y los combustibles, la sanidad animal, y los impuestos”, indica Montoya
Respecto a los precios de los productos ganaderos replica que “el sector agroganadero es el único donde el mercado pone los precios de nuestros productos. Está claro que no intervenimos directamente, y las lonjas no reflejan el precio real de los animales”, manifiesta, por lo que reclama herramientas como la Ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria, también válida para el sector lácteo, que evita que haya prácticas comerciales abusivas en el comercio entre productores e industriales.
Como productor de carne recuerda que una asociación de ganaderos de esta comarca llevan varios años trabajando en una Indicación Geográfica Protegida (IGP) «Carnes del Valle de Alcudia”, con el objetivo de comercializar la carne de ovino y vacuno que producen las ganaderías extensivas de este amplio territorio ciudarrealeño.
Leche
José Manuel Domíngez, portavoz de la sectorial de Lácteos y vacunos de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha, destaca que la región no tendrá problema con el fin de la ‘cuota láctea’ porque los ganaderos “ya tenían dimensión” con una media de entre 600y 700.000 toneladas de leche por granja. Agrega que “no sabemos qué va a pasar” pues quedará el mercado de producción liberalizado.
En la región se producen alrededor de 200.000 toneladas de leche de vaca (sobre todo en la zona de Talavera de la Reina -Toledo-), con una media de 900 t por granja y unos precios “volatilizados”.
En este caso, el sector también “sobrevive” bajo la presión de la industria transformadora, que ofrece cotizaciones a “la baja”. Precisamente, critica ‘los déficits” de esta industria en la elaboración de productos derivados (leche en polvo mantequilla postres láctesos ) “que no ha hecho los deberes”. “Hay mucha calidad porque todo es artesanal, pero no sabe hacer productos que demandan los consumidores, más baratos”, explica y agrega que “no sabe exportar esos productos y no han hecho los deberes.
Señala que la industria “es obsoleta, sin dimensión, no competitiva y está condicionada a las importaciones”.
Investigaciones
Los productores de leche y carne llevan años enfrentándose a nuevos e importantes desafíos, al tener que atender la demanda comercial para abastecer los mercados durante todo el año. Por ello, ha sido y es fundamental la transferencia de los estudios de investigación, en el caso de Ciudad Real, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en explotaciones como la finca ‘Galiana’, propiedad de la Diputación provincial.
José Ramón Caballero, catedrático de Producción Animal en la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas (EUITA) de la UCLM, apunta a ‘El Campo’ la necesidad de que los ganaderos optimicen su actividad, a través de las metodologías que aportan los estudios científicos. Para ser productivo y rentable, asegura, hay que mejorar el control de los procesos vitales del ganado, desde la reproducción, hasta la alimentación, el estado sanitario y las ventas de leche o carne.
“La reproducción es básica en una explotación ganadera”, sentencia, y por ello desde la escuela han realizado a lo largo de los años proyectos de control de la ovulación en ovinos. “Además del celo natural, tienen que producir todo el año y conviene tener parideras de otoño e invierno para que podamos tener corderos en Navidad”, explica y destaca la potencialidad económica de una buena planificación de la reproducción de la cabaña.
Cuando la dehesa de la Diputación perteneció a la UCLM (entre los años 200 y 2012), “teníamos el rebaño propio de ovejas de leche y carne de raza manchega, con pertenencia al árbol genealógico, que también servía para las prácticas de los alumnos”, resume.
Caballero destaca algunos proyectos de investigación desarrollados por la EUITA, como el de la transferencia de embriones en la oveja manchega.
En concreto, el equipo de investigación de la Cátedra de Producción Animal del centro, en colaboración con especialistas del Instituto Nacional de Investigación Agraria de Madrid, desarrollaron un proyecto de transferencia embrionaria en la oveja manchega de aptitud láctea. Esta técnica permite la selección de los mejores machos y hembras para ser usados como reproductores.
Caballero recuerda que sirvió para incrementar el banco de reserva de embriones de calidad de este proyecto, para el uso en el rebaño ovino de la raza manchega. La explotación “nos permitió hacer prácticas de alimentación, y en el aspecto reproductivo hacíamos diagnósticos de gestación y técnicas de reproducción artificial”, comenta. Asimismo, el cálculo del número de corderos a través de las tasas de prolificidad media “nos suponía una gran ayuda para el desarrollo docente y las investigaciones puntuales”, al igual que otros estudios sobre producción de leche.
En la actualidad, dice que siguen manteniendo contacto con el programa de ovino, con el fin de seguir evaluando los avances en los procesos para la optimización del potencial genético.
Desde el centro docente también han analizado los procesos de gestación y partos del ganado vacuno, vacas de carne y de leche, y toros de lidia, además de otros trabajos con aves como las codornices.
En datos
Ciudad Real cuenta con un total de 1.219.864 cabezas de ganado entre ovino, caprino, bovino y porcino, según datos de la Encuesta Ganadera del Ministerio de Agricultura correspondientes a 2013.
El ovino es el tipo de animales que más aglutina la provincia, con 942.551 (el 36,8% de Castilla-La Mancha), mientras que se sitúa en segundo lugar en caprino, al sumar 136.888 cabezas (el 33,1%), por detrás de Toledo, que suma 145.430.
Las unidades de ovino suman el 5,8% de la cabaña nacional de esta especie y el 77,2% del ganado total de la provincia, entre corderos (154.451), sementales (24.675) y 763.425 hembras para vida (están las que han parido y no han parido, y las de ordeño y no ordeño).
Del ganado caprino, el 80,9% (110.862) son hembras y el resto sementales y chivos, y su total supone el 5,2% del caprino nacional y el 11,2% del censo ganadero provincial de todos los tipos.
Igualmente, el tipo bovino en Ciudad Real suma 88.086 animales, el 7,2% de las 1.219.864 cabezas de ganado provincial, y el 24,4% de Castilla-La Mancha (360.546), entre bovinos destinados a sacrificio (machos y hembras), novillas y vacas lecheras.
El ganado porcino representa el 4,2% del total provincial, con 52.339 cabezas (de ellos, 12.447 cerdos ibéricos), entre lechones, cerdos de entre 20 y 49 kilos, y en cebo. Según la Encuesta Ganadera se corresponde con el 3,6% de la cabaña porcina regional
Por su parte, Castilla-La Mancha contaba a mediados de 2014 con 1,1 millones de unidades ganaderas y 37.593 explotaciones (el 4,47% del total nacional), 197 ecológicas, de todas las especies: vacuno (nodrizas y de leche), porcino, ovino, caprino, équidos, gallinas (de huevos y carne), conejos y apicultura.
La prospectiva del Magrama para la región recoge que los beneficios obtenidos en producción animal ascendieron en 2012 a los 1.366 millones, 879,2 de la venta de carne y ganado, y 487 de la comercialización de productos animales (leche y huevos).
Igualmente, la producción de leche en la pasada campaña (entre abril y octubre de 2014) fue en Castilla-La Mancha de 140.000 toneladas, el 3,64% del total nacional (3,8 millones).
Respecto al sacrificio de ganado entre enero y septiembre pasados bajaron las cifras de bovino, ovino y porcino, con 11.282, 32.780 y 2,6 millones de cabezas muertas, respectivamente. Sólo subió el número de efectivos de caprino sacrificados hasta los 58.353.
En la provincia, el año pasado fueron sacrificadas 775.381 unidades, según la Encuesta Anual de Sacrificio de Ganado en Mataderos, y hubo una producción global de carne de 52.707 toneladas (28.746 t de porcino).
En cuanto a las exportaciones agroganaderas regionales, las ventas de leche, productos lácteos y huevos se situaron en primer lugar en España en 2013, con 207,5 millones de euros, así como por la comercialización exterior de animales vivos se ingresaron 10,3 millones, y por carne y despojos comestibles, 223,6 millones.
La provincia cuenta con 80 Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADSG) en Malagón, Calzada de Calatrava, Almadén, Almodóvar del Campo, Piedrabuena, Villanueva de los Infantes, Valdepeñas, Manzanares, Tomelloso y Manzanares. Se trata de asociaciones de propietarios o titulares de explotaciones de animales para optimizar el nivel sanitario y productivo y la mejora de las condiciones zootécnicas de sus explotaciones, mediante el establecimiento y ejecución de programas de profilaxis, lucha contra las enfermedades y mejora de sus condiciones higiénicas.