La industria mantuvo las rutas tiempo después de haber expirado los contratos.
El disgusto por la espantada que protagonizó Leche Río al dejar de recoger la producción de las vaquerías leonesas el 1 de febrero y prácticamente sin previo aviso no se ha quedado en la necesidad de unos 80 ganaderos de tener que buscar nuevo cauce para vender su leche. El segundo disgusto de la láctea gallega para el vacuno de leche leonés ha sido la liquidación del mes de enero, por debajo del coste que se reflejaba en el último contrato que la empresa y los ganaderos habían firmado.
La láctea lucense pagó el litro a 28 céntimos frente a los 35 que muchos habían acordado en su momento. «El problema es que no se habían firmado los nuevos contratos y, entonces, qué precio rige», señalaba ayer el gerente de la Cooperativa Vegaesla, Jesús Rodríguez López. La sociedad de Toral de los Guzmanes suponía alrededor de la mitad de los 1,5 millones de litros que, se estima, Leche Río retiró en León en el primer mes del año y, pese a haber reclamado por el precio, no encuentran «un documento que nos diga el precio», señaló Rodríguez, que relató que el problema de la espantada se prolongó durante todo febrero y parte de este mes, «hasta que conseguimos una industria que se hiciera cargo de toda la leche». Hasta entonces Vegaesla vendió la leche a cubas y no encontraba salida a 12.500 litros diarios.
Al problema de la liquidación de Leche Río también se refirieron otros ganaderos que no forman parte de cooperativas y que prefirieron mantener su identidad en el anonimato. Según los testimonios recogidos, terminados los contratos y a falta de firmaran los nuevos, la empresa «tenía que habernos pagado según el precio medio que se registró en la Comunidad autónoma en ese mes», alrededor de 32 céntimos de euro. Es decir, cuatro céntimos más de los finalmente pagados. Si esto fuera así, Leche Río habría dejado de pagar 60.000 euros a los ganaderos de la provincia, aunque se han reclamado cantidades superiores. Reclamar no ha dado frutos, señalan los ganaderos. En sus llamadas al departamento de compras de la empresa «sólo nos han dado largas».
Una práctica censurable
La actitud de Leche Río es contraria al paquete lácteo, en primer por falta de un contrato una vez que expiraron los anteriores y, después, por fijarse el precio para entregas ya realizadas, prácticas que la reforma de la normativa aprobada después pretende evitar y que destacó especialmente la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, en la jornada sobre vacuno de leche celebrada este miércoles en León.
El abandono de Leche Río obedece a la proximidad del fin del sistema de cuotas, señala el gerente de Vegaesla, que se pregunta por la postura que adoptarán las industrias lácteas con el inicio de la próxima campaña «para recoger toda la leche que hay en el campo». El volumen de producción y los precios a los productores son las principales preocupaciones para la ganadería de vacuno de leche ante la incertidumbre que ha generado en el sector el final del sistema de cuotas y la reducción de los márgenes para las explotaciones.
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