España: Las ayudas de la #PAC suponen el 60% de la renta de las granjas gallegas

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Los sindicatos señalan que esa mayor dependencia corresponde a las 14.000 explotaciones de cría de reses para carne porque en las de leche el peso de las subvenciones ronda el 30%.
Un 60% en las explotaciones de carne y un 30% en el resto. Esos son los porcentajes que representan las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) en los ingresos de las granjas de la comunidad gallega. En el caso de las destinadas a la cría de reses, los sindicatos señalan que las subvenciones son necesarias para compensar los «desequilibrios» con otros competidores, mientras que en las ganaderías dedicadas a la producción de leche la rentabilidad viene marcada sobre todo por la evolución de los precios de venta del producto.
El reparto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) hasta 2020 dejará más de 340 millones anuales para el campo gallego: 179 millones en pagos directos, otros 170 millones para desarrollo rural y el resto de fondos europeos junto con la parte de cofinanciación que le corresponde a la Xunta y al Gobierno central. La cuantía en Galicia es similar a la del periodo anterior y serán 39.908 los perceptores de las subvenciones durante los próximos seis años. El peso de estas ayudas alcanza de media el 60% en las 14.000 explotaciones que se dedican a la cría de reses de carne, según las estimaciones del sindicato Unións Agrarias (UUAA).
En las ganaderías destinadas a la producción de leche -unas 10.000- la dependencia de los fondos europeos es menor porque «su rentabilidad viene marcada por la evolución del mercado». En este sentido, el secretario de ganadería de Unións Agrarias, Javier Iglesias, destaca que en 2013 el sector apenas obtenía ingresos para compensar los costes de producción. Y solo a partir del pasado septiembre cuando el mercado se recuperó y aumentó el precio de venta de la leche, los ganaderos gallegos empezaron a tener beneficios. En este sentido, el secretario xeral de Xóvenes Agricultores (XXAA), Francisco Bello, asegura que salvo en las granjas de cría de vacuno la parte de la PAC representa solo un 30% de la renta agraria.
En el caso de las ganaderías de carne, Iglesias señala que además de producir este alimento cumplen una función medioambiental a través de la ocupación de un territorio «difícil de sustituir por otras actividades», ya que se concentran solo en áreas de montaña de Lugo y Ourense.
Para el representante de UUAA, las ayudas de la PAC en este tipo de explotaciones son necesarias para compensar «esa doble función» que realizan en zonas de «poco rendimiento». «Las subvenciones son clave para compensar desequilibrios a la hora de competir en el mercado con productos de países como Brasil o Argentina con exigencias distintas a las nuestras», añade.
En cuanto al uso que los ganaderos darán a los fondos que recibirán cada año de las ayudas de la PAC, Iglesias explica que los pagos directos del primer pilar se invertirán en cubrir «las necesidades del día a día», mientras que las del segundo pilar -los fondos de desarrollo rural- están encaminadas a realizar inversiones para mejorar las infraestructuras.
Los datos que manejan los sindicatos agrarios revelan que las ayudas de la PAC son esenciales para la supervivencia del sector ganadero en la comunidad, sobre todo en las granjas de leche y carne. Ambas están subvencionadas debido a los altos costes de producción. Pero aún así, desde Unións Agrarias aclaran que esa dependencia es menor que en otras comunidades porque la meteorología favorece pastos que no se dan en otras zonas. Y además -explican- razas como la rubia galega tienen mayor reconocimiento que las que predominan en otras autonomías.
El sector discrepa a la hora de analizar el reparto de la PAC. Para Unións Agrarias se ha perdido una oportunidad para regular el modelo en toda Europa, al ser cada Estado el encargado de determinar la cantidad para cada autonomía. En lo que se refiere al sector lácteo, temen que cuando en 2015 desaparezcan las cuotas y se determinen las tarifas por hectárea se sucedan periodos de gran producción cuando los precios sean elevados y viceversa. Además, lamentan que España tenga que competir con otros países de la Comunidad Europea como Francia «más sensibles» con el sector en las ayudas hasta 2020.
No ven la situación igual desde Xóvenes Agricultores porque para Bello -al igual que la Xunta- el sector lácteo en Galicia ha sido considerado «estratégico y vulnerable», por lo que se han mantenido los pagos acoplados de 90 millones, frente a los 60 millones del periodo 2007-2013. También aclara que aunque en 2015 desaparezcan las cuotas lácteas, los ganaderos podrán seguir cobrando la cantidad de la PAC los cinco años siguientes.
Aún así, no es partidario de la dependencia excesiva de los fondos europeos. «Las ayudas están bien y hay que exigir que nos den lo que nos corresponde pero no limitar la rentabilidad de una explotación a ellas». En su opinión, los ingresos del sector tienen que venir «por la vía del mercado» y por eso «hay que luchar por precios dignos para los productos agrarios que permitan mantener los costes de producción». «Ese tiene que ser nuestro caballo de batalla y las subvenciones deben funcionar como complemento», insiste.
Por eso recomienda a las explotaciones en las que el 60% de la renta procede de la PAC que se replanteen su modelo productivo. Avisa también a los ganaderos de que contar con muchas ayudas es «perjudicial» porque en estos casos las industrias «se permiten pagarle menos al productor».
http://www.laopinioncoruna.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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