En 2013 los 29 queseros inscritos en el Consejo Regulador elaboraron 428.189 kilos de este queso de los Picos de Europa.
Aumenta en un 32% y se sitúa en niveles similares a los de 2011, antes del argayo de Llambrias
La producción del queso Cabrales se recupera. Así lo demuestran los datos del 2013 hechos públicos ayer por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de este manjar de los Picos de Europa, según los cuales durante el pasado año ya se volvió a elaborar una cantidad de este producto similar a la del 2011 y muy por encima de la del 2012. La explicación de esta recuperación está en que poco a poco este queso va recuperándose del desastre ocurrido en la zona de Llambrías, cuando la rotura del canal de agua que surte a la central hidroeléctrica de Arenas originó un argayo en la zona conocida como Llambrias, dentro del barrio de Valdelabarca, que arrasó el lugar afectando a dos importantes queserías que se vieron obligadas a cesar su actividad.
A día de hoy poco a poco la situación va volviendo a la normalidad. La Quesería del Cares retomó durante este año la elaboración de este queso azul, mientras que la producción de la quesería de Dorita Díaz, La Vega de Tordín, ha sido asumida por otro elaborador que se ha hecho cargo de la leche que transformaba Díaz en queso Cabrales.
Según los datos del Consejo Regulador durante el pasado 2013 se produjeron 428.189 kilos de queso Cabrales, lo que supone un incremento del 32% con respecto a los 323.530 kilos de 2012, y se acercan a los 456.530 kilos del 2011. En cuanto al número de piezas de este queso elaboradas por los 29 productores inscritos en el Consejo durante el pasado 2013 la cifra fue de 249.899, a los que habría que sumar otras 112.990 cuñas de Cabrales certificadas por este organismo regulador que se han extraído principalmente de las piezas de mayor tamaño.
Un año más los quesos más producidos fueron los de tamaño mediano y pequeño con 155.211 unidades, un 54% del total; mientras que los de formato grande ascendieron a 134.355 piezas, un 46% de las elaboradas.
En cuanto a la cantidad de leche utilizada para producir Cabrales, ésta fue de 4,6 millones de litros, la gran mayoría de vaca. Desde el Consejo Regulador se estima que este 2014 la producción podría seguir aumentando ya que, por un lado hay una parte pequeña de la leche producida por las ganaderías inscritas en este organismo que el pasado año no se destinó a la elaboración de este queso, y por otro este ejercicio ya hay un nuevo quesero inscrito en la Denominación de Origen. Además se espera que Dorita Díaz pueda retornar a la actividad. Tampoco hay que olvidar que en 2015 desaparece el régimen de cuotas lácteas, por lo que las ganaderías de leche podrán incrementar su producción su así lo desean.
La quesera Jéssica López, presidenta del Consejo, opina que «debemos ir poco a poco y antes de aumentar la producción se deberían abrir nuevos mercados» para que no se dé la circunstancia de que los elaboradores se encuentren en un momento dado con excedente de queso o, al contrario, que no tengan para abastecer la demanda creada. López indica que en la actualidad «el Cabrales es un queso que se vende bien y la calidad está subiendo gracias al trabajo de los elaboradores y de los biólogos del Consejo». Lo que no varía es el precio, que sigue estancado desde hace unos años en una orquilla próxima a los 15 euros el kilo para los de poca maduración y que no sube pese a que se han incrementado los costes de producción que afectan a los elaboradores de este manjar de los Picos de Europa.
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