España: La #leche, un año después de la huelga

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El sector lechero admite que las OPL tienen que ser más activas y exigen a la Xunta y al Magrama que dejen de actuar como «invitados de piedra» en los pactos con la industria
Una concentración de tractores en la explanada del Centro Comercial Deza, un manifiesto de apoyo de todos los alcaldes dezanos y, como es habitual, el respaldo de los vecinos de la comarca. Noviembre del año pasado acogió la primera huelga de entregas de leche como una herramienta, a la desesperada, para que el gobierno se diese cuenta del escaso valor que se daba a este alimento ya desde el momento en que se vaciaban los tanques de las explotaciones. Un año después, han mejorado los precios, pero, como dicen los sindicatos, «aún queda mucho por hacer».
Hace justo un año, los ganaderos de la comarca suspendían una huelga de entrega de leche que había durado dos días y que habían liderado a escala gallega. Apoyados por los sindicatos y la clase política consiguieron hacer ver el mal momento que atravesaba el sector. Solo unos meses antes, el precio de la leche cruda se había desplomado a los 28,4 céntimos por litro, mientras que cada kilo de pienso les costaba 35. La huelga sirvió para visibilizar el problema pero también «para acelerar procesos», como resume el secretario general de Xóvenes Agricultores, Francisco Bello.
Y tanto que sirvió. Hoy, la leche se paga a un promedio de 35,39 céntimos, con lo que se ha recortado la diferencia con la media española. Pero poco importa esta subida si los insumos se mantienen altos. Pese a la excelente cosecha de cereal, la especulación permite que éste siga teniendo un precio demasiado elevado, con la excusa de que puede destinarse a biodiesel. Así, en un año los ganaderos han pasado de vivir una situación crítica a una «en la que ganamos para cubrir costes y pagar deudas antiguas por la compra de alfalfa o de pienso», explica el líder comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla.
A finales de 2012, eran muchas las granjas que tuvieron que deshacerse de animales de alta calidad genética y reducir el alimento de las vacas que permanecían, los que hizo que se resintiese la producción de leche. Hoy pudo recuperarse la dosis alimenticia de cada res, pero los ganaderos no pueden pensar en volver a adquirir animales. «Ahora, las granjas tienen que centrar sus esfuerzos en realizar solo las inversiones necesarias. Estamos aún muy lejos de generar beneficios como empresa».
Y es que la estabilidad del sector no va más allá de los tres meses, el período que abarcan la inmensa mayoría de los contratos homologados con las industrias. Son muy pocas las empresas que firman contratos a un año -Danone, Leite Río y Reny Picot-. Es frecuente que el precio se decida de forma unilateral, aunque el decreto haya conseguido colar que la figura del mediador puede utilizarse si tanto industria como ganadero están de acuerdo. El mediador no puede ser obligatorio, porque va contra las leyes de la competencia.
http://www.farodevigo.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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