Unións Agrarias vincula la mejora de precios a las estrategias de presión de los productores tras la huelga de entregas de noviembre del 2011y a circunstancias del mercado.
Por vez primera desde que se tienen datos, los ganaderos gallegos cobraron el pasado mes de octubre la leche en origen a un precio ligeramente superior al de la media española: 0,385 euros el litro frente a 0,381 del resto de las comunidades. Tradicionalmente, las explotaciones gallegas han venido percibiendo entre uno y dos céntimos menos que en el resto del Estado. Y ello pese a ser Galicia la primera productora, con diez mil explotaciones en activo. Mientras las industrias, la mayoría con sede fuera, han atribuido este diferencial negativo a los costes logísticos y de transporte para trasladar la materia prima a otras comunidades, los ganaderos lo han vinculado a la presión de las empresas para abaratar la materia prima ante la dificultad de los productores de cambiar de comprador.
El salto sin precedentes a un diferencial positivo fue hecho público ayer por el sindicato Unións Agrarias (UU. AA.), que presentó un balance de la actividad del sector agroganadero en el 2013. La organización vincula la mejora de precios a las estrategias de presión de los productores tras la huelga de entregas de noviembre del 2011 y a circunstancias del mercado internacional, un diagnóstico que difiere del que hace la Xunta, que pone el foco en los contratos entre industrias y ganaderos y en los cambios normativos como principales causas de la estabilidad que vive el medio rural.
«Non é certo: Feijoo incumpriu todos os compromisos que asinou cos produtores; a falta de contratos estables no sector lácteo está alimentando a próxima crise de prezos e, en conxunto, non se pode falar dunha melloría no mundo agrogandeiro máis alá de factores circunstancias», explicó Roberto García, secretario xeral de UU.?AA, durante la presentación del documento. Como prueba del deterioro de las condiciones de vida del medio rural, según el sindicato, está el hecho de que este el año el campo ha perdido unos 2.000 ocupados, más de la mitad de la plantilla de Citroën en Vigo.
«Hai un ano había 37.721 cotizantes e agora somos 34.773», recordó García. El sindicato también denuncia el desmantelamiento de los servicios públicos agrarios.
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