Un estudio de la OCU afirma que pese a esa pérdida de calidad los precios continúan siendo similares
La calidad de la leche que se comercializa en España es de menor calidad que la que se podía adquirir en los establecimientos de alimentación hace una década.
Eso, al menos, se desprende de un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se analizaron un total de 47 marcas.
La investigación destaca la diferencia abismal entre las marcas en lo que se refiere a la calidad del producto y, asimismo, en relación con los precios que paga por ellas el consumidor.
En la prueba de laboratorio realizada con las marcas de leche se detectaron diferencias de calidad que no se hallaron en otros productos y peores resultados que los detectados una década atrás.
Esta circunstancia podría estar motivada por la relajación en las exigencias legales a las empresas productoras de este alimento.
Por eso la organización de consumidores solicitó a los responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que intensifique diferentes controles como el del extracto seco magro y del contenido de materia grasa, así como la presencia de fosfatos y estabilizantes que no se declaran en el etiquetado.
Además, la OCU también considera que hay que extremar el control sobre la agresividad de los tratamientos térmicos y sobre la presencia de sólidos lácteos añadidos.
Como ejemplos de esa laxitud en el control, la OCU señala el uso de leche con elevada antigüedad (proteínas degradadas); y la necesidad de añadir estabilizantes (fosfatos) que no se declaran.
También la utilización de tratamientos térmicos muy agresivos que no mejoran las condiciones higiénicas de la leche y solo consiguen deteriorar su calidad, así como los indicadores de adición de sueros de quesería (glicomacropeptidos excesivamente elevados) y sólidos lácteos o leche en polvo (índice lactulosa/furosina inferior a 2.5).
De la diferencia entre calidades y precios habla el estudio y concluye, con entre otras recomendaciones, elegir bien la marca porque, según la OCU, puede escogerse entre dos leches que siendo de buena calidad tengan una diferencia de coste de hasta 178 euros al año.
El análisis de laboratorio encargado por la organización de consumidores pone el foco en cada marca en aspectos como el etiquetado, el extracto seco magro de la leche, la grasa, las proteínas, el calcio y los estabilizantes.
Además de valorar la presencia de leche envejecida, el tratamiento térmico al alimento, la furosina, la higiene y la propia degustación.
El informe, que comparó en todos los casos marcas de leche entera UHT (con al menos un 3,5 por ciento de grasa), se señala que las diez primeras son: Pascual (80 puntos); Hacendado (79); Consum (78); Kaiku (77); Gallega (76); Deleite (76); Carrefour (75); Muu (74); DIA (74); y Covap (73).
En esos primeros puestos se colocan, curiosamente, algunas marcas blancas de supermercados y grandes superficies.
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