La caída de la producción acerca los precios a marcas históricas
Después de un lustro relativamente tranquilo para las industrias lácteas en lo referente al abastecimiento de materia prima a un precio competitivo, parece que las tensiones vuelven al campo gallego. La escasez de leche ha encendido las alarmas entre muchos industriales, que no han dudado en salir hacia las granjas con la clara intención de asegurarse una parte del mercado productor e incluso conseguir, a golpe de talonario, nuevas rutas de abastecimiento.
En el horizonte planea el temor a que la producción láctea siga cayendo durante la segunda mitad del año y, con ello, aumenten las dificultades para aprovisionarse de materia prima.
Un 2,1 % menos
Galicia produjo durante los cinco primeros meses del año algo más de 995 millones de kilos de leche, 22 menos (un 2,1 % de caída) que durante el mismo período del ejercicio pasado. Tendencia que todavía es mayor en el conjunto del Estado, donde las entregas a la industria se han desplomado más del 3,2 %. De hecho, la producción láctea a nivel mundial registra un claro retroceso. Causas meteorológicas, altos costes de producción y cierre de granjas justifican, en gran medida, unos descensos en el volumen de leche que, en el conjunto de la Unión Europea, se sitúan en el entorno del 3,5 % durante el primer semestre del año, en comparación con el 2012.
Esta coyuntura ha empujado los precios hasta unos niveles que, en Galicia, no se veían desde octubre del 2008 y ha desencadenado una situación similar a la que se vivió en otoño de 2007 cuanto la escasez de leche elevó su cotización hasta máximos históricos. «De momento no puede decirse que la situación esté como en el 2007 -matiza el responsable de compras para la zona norte de una de las principales multinacionales lácteas que operan en España-, pero no se puede descartar que vaya a suceder si las curvas de producción no se recuperan. Es lógico y lícito que todos intentemos cubrir todas nuestras necesidades de abastecimiento de leche. Y eso puede provocar ciertas tensiones de las que, sin duda, se acabará beneficiando el ganadero». De hecho, ya lo está haciendo, pues las cotizaciones medias que se esperan para el presente mes rondarán los 34 céntimos por kilo, un 20 % más de las de julio del año pasado.
«No se respeta a nadie»
Desde la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia (Aelga) reconocen la existencia de «cierta tensión en el campo». Su responsable, Pedro Ramos, la atribuye a la propia evolución de los mercados. «Sucede siempre que se produce una disminución importante de la oferta. Cuando hay leche suficiente, como durante los últimos años, todo está tranquilo, cuando empieza a escasear, la gente se pone nerviosa y cada uno pelea por lo suyo. En situaciones así no se respeta a nadie, y así es que se está registrando mucho intercambio de leche entre las diferentes empresas».
El portavoz de esta asociación, que aglutina a 17 empresas lácteas que recogen en el entorno del 70% de la leche gallega, apunta a la caída de la producción a nivel mundial y a un ligero repunte del consumo en España como la causa principal de la actual situación y teme las consecuencias que la actuación de primeros compradores -intermediarios, en algunos casos sin apenas estructura empresarial- pueda tener sobre los precios y la evolución del sector a medio plazo.
Visión a medio plazo
«De ser cierto lo que cuentan algunos ganaderos, muchos tendrán problemas para defender los precios que ofrecen. Tenemos que tener una visión del sector a medio plazo y no solo durante unos meses», apunta Pedro Ramos que también lamenta las dificultades que las lácteas tienen para repercutir, sobre las cadenas de distribución, los actuales incrementos de precios.
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