El sindicato agrario Usaga defiende en Cudillero el apoyo a los precios de los productores para mantener el sector.
Cuanto más se acerca la puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común (PAC) más interrogantes surgen entre los ganaderos y agricultores. Por eso, la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga) impartió ayer en San Juan de Piñera, en Cudillero, una charla sobre los cambios que se avecinan para los productores, con especial atención a los concernientes a las ganaderías de carne y de leche. «Las ayudas tienen que cubrir los huecos a los que no llega el mercado, por eso deben apoyar el precio de los productores para que mantengan la rentabilidad de las explotaciones», afirma Jesús Manuel González Palacín, de la Unión Sectorial Agraria de Castilla y León.
En cuanto a las ganaderías lecheras, principal sector en el Occidente, González instó a los participantes a ser capaces de emplear las herramientas que la PAC les ofrece para combatir «la presión lechera» que ejercen otros países de la Unión Europea, como Francia. Un cambio que se avecina con la liberalización de las cuotas a partir de 2015. Así, González animó a los ganaderos a participar en las organizaciones de productores y elaborar los contratos con los mercados. Es decir, que comiencen a tomar conciencia de la importancia de la unión del sector para negociar los precios de venta de la leche. «Debemos conseguir que vía precios, no con las ayudas, las explotaciones sean rentables», comenta González. Un horizonte que pasa por asegurar que el coste de producción esté por debajo de los precios.
Sobre el estado de las ganaderías lecheras, Manuel Suárez, coordinador regional de Usaga, asegura que, debido a la subida del precio de los productos lácteos, en muchas explotaciones asturianas, al no cubrir los costes, están empezando a vender las vacas. Por lo tanto, «al final ni produces leche ni tienes ganadería», manifiesta. También opina que se debe apoyar a las explotaciones que estén mejorando las instalaciones o trabajando por la genética de los animales porque «no puedes pagar todo», señala.
En cuanto a las ganaderías cárnicas, con el cambio del régimen de ayudas, que pasarán a ser abonadas por hectárea y no por cabezas de ganado, Jesús Manuel González apuesta por mantener una parte de las ayudas vinculadas a la producción. «La carne se está vendiendo al mismo precio que hace 25 años, cuando los costes de producción no paran de subir y se recortan todas las ayudas», detalla Manuel Suárez. Una situación que pone entre la espada y la pared a muchas ganaderías, por lo que sospecha que «habrá más cierres». Cree indispensable «un pacto social de ganaderos, administraciones y consumidores para mantener la rentabilidad».
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