A medida que avanza la cuenta atrás para el fin de las cuotas lecheras, previsto para el uno de abril de 2015, crece el nerviosismo en el sector, que no acaba de ver concretadas medidas que ayuden a los ganaderos a aterrizar en la nueva realidad de un mercado totalmente liberalizado.
La organización gallega Unións Agrarias (UUAA) reaviva ahora el debate subrayando que el reglamento comunitario abre la puerta a la introducción de un mediador con capacidad de arbitrar en las relaciones de compra-venta que se dan entre industrias y ganaderos en el sector lácteo.
El secretario general de la organización agraria, Roberto García, asegura que se trata de «una posibilidad de oro que no se le puede negar a los productores». La entidad destaca el momento especialmente delicado que comporta la presente campaña láctea y señala que, igual que en 2013 no fue difícil sentarse con las industrias, en 2014 no fue posible y ni siquiera presentaron una oferta.
Para el sindicato, es «fundamental» obligar a que previamente a la finalización de un contrato, la industria haya presentado otro al ganadero, algo que no ocurre en la actualidad, según denuncian. García alega que, con el fin de las cuotas, los ganaderos corren el riesgo de sufrir una «tenaza» que los deje sin garantía de recogida y sin precio para la leche, por lo que, para evitar esta situación, propone que la finalización de los contratos no coincida con el próximo primero de abril, al igual que se hizo en Francia.
En este sentido, asegura que mucha leche del mes de abril se ha entregado sin un contrato formalizado y considera que «es preciso que los incumplimientos más flagrantes de la política de contratos en cuanto a la duración e irregularidades tengan un escarmiento».
Los datos no ayudan mucho a templar los ánimos. Los seis grandes productores de leche de la UE (Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia y el Reino Unido) batieron en la pasada campaña 2012-2013 el récord en las entregas de leche, lo que ha conducido a un aumento de un tres por ciento de la producción comunitaria, en comparación con la campaña precedente, según cifras de Eurostat. Alemania y Holanda rebasaron su cuota un dos y un cuatro por ciento, respectivamente.
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