Cuarenta productores de queso del Principado lanzan en Avilés la marca de calidad Queseros Artesanos, que engloba más de 65 variedades.
A la hora de reflexionar acerca del patrimonio gastronómico de Asturias, resulta imposible no dedicar un espacio al queso, uno de los productos más icónicos de la región. A esa misma conclusión han llegado cuarenta de los muchos artesanos del queso que desempeñan su actividad en el territorio del Principado y que han unido fuerzas para lanzar la nueva marca de calidad Queseros Artesanos, con la que pretenden presentar una batalla equilibrada a los productos elaborados en el ámbito industrial. Una novedad que fue dada a conocer públicamente ayer, en el pabellón de exposiciones de La Magdalena de Avilés, en un acto que presidieron la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, y la concejala de Promoción del Ayuntamiento, Ana Concejo, y al que asistieron también el cocinero José Antonio Campoviejo, el periodista Carlos Cuesta y Javier Nievas, de Caja Rural.
Más de 65 variedades de queso autóctonas, entre las que figuran nombres tan representativos como Cabrales o La Peral, lucirán la nueva marca en cualquiera de sus tres formatos: pegatinas o banderolas adhesivas, o etiquetas colgantes. No obstante, no todas las creaciones artesanales asturianas podrán identificarse con este icono. «Solamente hemos aceptados aquellos quesos que superan con éxitos los controles periódicos de calidad, que rechazan cualquier subproducto de la leche para su elaboración, y que garantizan un minucioso cuidado del ganado», explicó Manuel Gutiérrez, coordinador de la Asociación de Queseros Artesanos del Principado.
El resultado es un abanico de productos de origen lácteo que se comercializarán a lo largo y ancho del territorio nacional, pues, en palabras de Gutiérrez, «esta marca ha sido sacada conjuntamente por la Asociación Nacional del Principado, y por la Asociación de Queseros Artesanos del Estado Español, de modo que opera tanto a nivel nacional como regional». Se fragua así una idea planteada por primera vez «hace ya treinta años, pero que no hemos podido materializar hasta ahora, cuando el momento invita a ello».
Y es que, al margen de sus implicaciones estéticas y de marketing, el lanzamiento de la marca no deja de ser una estrategia para capear una situación que Gutiérrez no dudó en calificar de «peliaguda, porque el mercado nacional ya está saturado y las ventas en nuestro sector han caído». Es por ello por lo que los artesanos queseros asturianos reclaman una mayor implicación de la Administración del Principado para apoyar su actividad. «Agradecemos sus esfuerzos por afianzar cauces de comercialización fuera de Asturias, pero necesitamos más apoyo institucional».
Por el momento, y a la espera de que dicha ayuda por parte del Gobierno regional se incremente, los queseros asturianos ven como principal iniciativa para capear la crisis la exportación fuera de las fronteras nacionales. «Ya se ha exportado a 25 países, y pretendemos seguir por esa línea». Una determinación en cuya cúspide refulge con especial intensidad un nombre: China.
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