El secretario general de Agricultura y Medio Ambiente, Carlos Cabanas Godino, reconoció ayer la existencia de «un problema de márgenes» en el sector del vacuno de leche en España, «pese a que las reglas del juego son las mismas en toda la Unión Europea». Asimismo, el alto cargo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) anunció que no habrá amnistía para ningún país que exceda la cuota asignada en la última campaña en la que rige este sistema, según informó anoche la Organización de Productores de Leche (OPL).
Cabanas y la subdirectora general de Productos Ganaderos, María Josefa Lueso, recibieron ayer al presidente de la asociación, Fernando Sainz de la Maza, al coordinador, Marcos Ramallal, y al portavoz, José María Álvarez, en una reunión en la que los directivos de la OPL mostraron la preocupación del sector por el clima de incertidumbre que genera la desaparición del sistema de cuotas. La OPL propuso a Cabanas y Lueso un paquete de medidas para resolver la situación de los productores e informó que se encuentra en el último tramo de la tramitación para su reconocimiento oficial como organización de productores.
La organización señaló que el precio en origen se sitúa en España en 0,340 euros por litro, mientras que la media europea alcanza los 0,363 y sube hasta 0,373 en la Europa de los 15, después de haber ocupado hace años el cuarto puesto en lo que a mayores preciso se refiere. Fue entonces cuando, según la OPL, el secretario general de Agricultura reconoció el problema de márgenes para los ganaderos.
La OPL trasladó al Ministerio la necesidad de indicar el origen de la leche en el etiquetado, en un país deficitario en producción y que precisa diferenciar su producto como estrategia para ganar mercado. Además, reclamó la mejora de la Ley de la Cadena Alimentaria.
Otra reivindicación fue la entrada de la organización en la Interprofesional Láctea (Inlac) como representante del sector, apoyada por Cabanas por representar más del 9% de la cuota láctea española. La OPL considera esencial su entrada en Inlac para participar en la toma de decisiones sobre los contratos lácteos —referidos a índices reales, superar los costes de producción y dejar un margen suficiente— y la regulación de la producción, entre otros asuntos.
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