La crisis sectorial láctea tiene dos patas fundamentales que denuncian las organizaciones agrarias: el elevado precio de los costes de producción y el mínimo precio que perciben los ganaderos por la la leche que producen. Cuando ambos confluyen se resienten áreas del sector de manera nítida como es el caso de los consumos de fertilizantes minerales.
El Ministerio hizo públicos hace unos días los datos de consumo de minerales nitrogenados, fosfatados y potásicos correspondientes al mes de marzo y el acumulado del primer trimestre de 2012.
El más consumido, el mineral nitrogenado, muestra una fuerte caída respecto a los dos últimos años. Concretamente, Galicia consumió 5.300 toneladas de este producto en el primer trimestre de este año, cayendo de las 6.400 del arranque del año anterior y de las 7.500 del mismo período del año 2010.
El peor año, el 2009
Fue en el 2009 cuando el consumo de fertilizantes nitrogenados mostró su fondo con un primer trimestre de 2.300 toneladas. En años anteriores los consumos trimestrales pasaban de 6.000 toneladas.
Contrastando los precios medios anuales del litro de leche se ajustan de manera muy ilustrativa los años de precios bajos con los de menor consumo.
El año de consumo de 2.300 toneladas en el primer trimestre, el peor en muchos años, el 2009, coincide con el peor año de precio medio de la leche en Galicia. En 2009 ese valor del litro de leche fue de 27,69 céntimos pro litro.
En el año actual, con precios en caída continua desde el arranque de año, el ajuste a la baja de compra de fertilizantes minerales es patente y muestra la correlación. Únicamente en el año 2010 se produce un desequilibrio porque aunque los precios no son elevados, 28,59 céntimos de media, el consumo de nitrogenados subió hasta las 7.500 toneladas.
Precios altos, altos consumos
Los años de grandes precios lácteos, por encima de los 36 céntimos, el 2007 y 2008, fueron los años en que también se dispararon los niveles de consumo de nitrogenados. Fueron los años en que en ambos primeros trimestres el consumo superó las 6.000 toneladas.
Con menos claridad pero también ajustando consumos a ciclos de precios de la leche, operan también los otros abonos minerales, los fosfatados y los potásicos.
http://www.lavozdegalicia.es