Acusa al presidente y secretario de incumplimiento continuado de sus obligaciones
El administrador concursal de Alimentos Lácteos, la sociedad con que la Xunta intentó reflotar el sector ganadero y que acabó arruinada tras consumir millonarias ayudas públicas, ha señalado a los culpables del fiasco empresarial. Y pide que respondan con su patrimonio hasta cubrir 8,1 millones de euros. El administrador judicial apunta la responsabilidad de los hombres a los que el anterior conselleiro de Medio Rural y hoy delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, entregó la dirección del proyecto: el presidente de Alimentos Lácteos, Elisardo Montero, y el secretario de la sociedad, Arcadio López. Ambos son viejos conocidos del Partido Popular. El primero es teniente alcalde en Touro (A Coruña) y el segundo en el Ayuntamiento lucense de A Pastoriza.
En el informe con el que cierra el concurso de acreedores y que ayer adelantó La Voz de Galicia, culpa a estos dos dirigentes y también a Manuel Prieto González que ocupó cargos de responsabilidad en Alimentos Lácteos durante unos meses. De los ocho millones de euros que reclama a estos tres exdirectivos, 5,6 se corresponden con la depreciación de las dos marcas de leche que la sociedad tenía en el mercado: Deleite y Muu. Y los otros 2,5 millones guardan relación con las indemnizaciones que Leche Pascual, propietaria de las instalaciones, tenía que pagar a los trabajadores despedidos (que luego heredó Alimentos Lácteos) si la nueva empresa fracasaba antes de cumplir tres años. Finalmente y al prolongarse la agonía, esa compensación a los empleados recayó sobre Alimentos Lácteos.
La tesis del administrador es que la firma estaba quebrada ya a los siete meses de iniciar su actividad. en octubre de 2010, y que, pese a ello, sus gestores mantuvieron la actividad durante casi tres años. Por eso atribuye a la dirección de Alimentos Lácteos su “inexcusable conducta pasiva y el incumplimiento continuado de sus obligaciones legales durante casi tres años”. Durante todo ese tiempo, tanto el presidente como el secretario de la compañía percibieron salarios que rondan los 6.000 euros mensuales, pese a que en los estatutos de la empresa dejaban claro que solo podían cobrar cuando la firma entrase en beneficios. Por esta conducta, presentó el administrador otras dos demandas en las que continúan imputados tanto Elisardo Montero como Arcadio López.
El fiasco de Alimentos Lácteos, que alcanzó unas pérdidas de 12 millones de euros en solo tres años de funcionamiento, no conllevó responsabilidad alguna en el Gobierno gallego. El director del Igape, Javier Aguilera, aseguró hace unos días en el Parlamento: “Del error hemos aprendido todos”.
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