Productores e industrias del Reino Unido han consensuado un código lácteo de buenas prácticas, con carácter voluntario. 
Para llegar a este acuerdo ha sido necesaria la intervención del Subsecretario británico de Agricultura, Jim Paice, que estuvo reunido con representantes de los ganaderos y de las industrias durante más de 3 horas y que incluso actuó de intermediario cuando en un momento dado, ambas partes decidieron reunirse por separado.
El Código implicará que los contratos entre ganaderos e industrias serán libremente negociados entre las partes, con más transparencia y equidad. Los contratos tendrán que incluir el precio o su forma de establecimiento y los períodos de aviso, de manera que los ganaderos puedan cambiarse más fácilmente de industria si no están de acuerdo con los precios percibidos. Se espera tener desarrollado el texto del Código para finales del mes de agosto.
A pesar de este acuerdo, las protestas de los ganaderos ante las industrias y la distribución continúan, porque los precios de la leche no suben ya, que a fin de cuentas es el tema primordial y porque el Código acordado no deja de tener carácter voluntario y no se empezará a aplicar hasta dentro de unos meses
El Subsecretario Jim Paice también se ha reunido con las principales cadenas de distribución para conseguir que no utilicen la leche como producto reclamo y paguen unos precios al ganadero que aseguren la sosteniblidad del sector. La cadena de distribución Asda anunció una subida de 2,5 céntimos/litro en el precio pagado al ganadero a partir del 1 de agosto en respuesta a las presiones de los productores. Las otras cadenas e industrias todavía no se han pronunciado.
Las principales organizaciones agrarias del país han acordado que si los precios de la leche no suben antes del 1 de agosto, los ganaderos dejaran de entregar leche, desabasteciendo los lineales, en un momento de gran afluencia de turismo al coincidir con las Olimpiadas.