Los ganaderos piden que se «dé valor» a la leche asturiana, tras el fin de las cuotas.
«En adelante, los precios de la leche serán muy altos o muy bajos; no habrá términos ni puntos medios». Fue una de las aproximaciones de Ramón Artime, presidente de la Interprofesional Láctea española (INLAC) y de ASAJA-Asturias, durante el debate sobre el futuro del sector lácteo asturiano tras el fin de las cuotas lecheras, que se celebró ayer, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. En el coloquio, moderado por la directora del Club, María José Iglesias, participaron también la secretaria general de COAG, Mercedes Cruzado; Joaquín López, secretario general de la Unión de Campesinos Asturianos UCA-UPA, y Paulino Badiola, veterinario, ganadero, y propietario de una de las ganaderías más punteras de Europa.
La desaparición, el pasado abril, de las cuotas lecheras, supuso la liberalización de la producción láctea, con el consiguiente aumento de la producción, en ocasiones, por encima de la demanda. Ahora bien, en opinión de Ramón Artime, «el endeudamiento bestial del sector, no sólo en Asturias, sino en toda España» no es sólo consecuencia de la desaparición de las cuotas. «Se trata de un sector envejecido y cada vez más concentrado», lo que achacó a la «progresiva reducción del número de ganaderos», un aspecto que entiende Artime como una «suma amenazas para la posible desaparición del sector lácteo asturiano». Badiola señaló que, no obstante, el sector «aún es fuerte» gracias a su «alta cualificación humana» y que está en mejor situación respecto a la industria nacional. «La asturiana está bajo el paraguas de Central Lechera Asturiana (CLAS), un modelo de éxito».
Joaquín López incidió en la necesidad de «tomar medidas para hacer que la producción sea rentable», ya que, de seguir así, «se nos va a caer no sólo el sector lácteo, sino la Asturias rural que conocemos». Para el secretario de UCA-UPA medidas como la reforma de la Política Agraria Común (PAC) o el propio fin de las cuotas, cuya aplicación era conocida tiempo atrás, «no ha sido bien gestionada», a lo que sumó cuestiones coyunturales como el veto ruso.
En referencia a Europa, Mercedes Cruzado aseguró que es imprescindible que «se nos apoye, que nuestra leche esté identificada. No sirve que nos den créditos blandos, como dice la ministra; hace falta verdadera voluntad política». Badiola y López subrayaron la importancia de que «se fomente y dé valor» al producto lácteo asturiano: «Que se sepa de dónde viene la leche que compramos».
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