La empresa de derivados lácteos Alpina firmó el miércoles 30 de octubre de 2013 acuerdos comerciales con cinco asociaciones de pequeños ganaderos de Cotopaxi y Tungurahua, para comprarles 8.000 litros diarios de leche. Cuatro están en la primera provincia y una en la segunda.
Esta alianza beneficiará a 400 familias y un total de alrededor de 1.500 personas de estos sectores de la Sierra centro.
La nueva planta de pasteurización de leche, con equipos y tecnología de punta que Alpina instala en estos días en su fábrica de Machachi, en el sur de Pichincha, podrá procesar más litros por día y en consecuencia aumenta la demanda de materia prima.
Alpina tiene 68 años con presencia en Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Estados Unidos. En territorio ecuatoriano tiene la planta industrial de Machachi para producir leche, yogurt y gelatina, y la de San Gabriel, en Carchi, para quesos.
La empresa, a través de la Fundación Alpina, dará asesoría para que la calidad de los productos empiece desde la alimentación a la vaca. “Nuestra decisión no es comprar leche, nuestra decisión es acompañar un proceso para comprar buena leche. El suelo de la zona es fértil”, dijo su gerente general, Juan Fernando Maya.
Con estas cinco de Cotopaxi y Tungurahua, suman 22 las asociaciones de pequeños ganaderos a las que Alpina les compra leche, las 17 primeras están en Carchi. “Más allá de comprar leche es hacer una alianza profunda entre el agro, los pequeños campesinos y la gran empresa. Es para largo plazo”, manifestó Maya.
El enlace para que los pequeños ganaderos puedan vender directamente la leche a Alpina, a precio justo, sin lo intermediarios “piqueros”, fue el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap). La empresa está abierta a comprar materia prima a más asociaciones. “El trabajo entre el sector público y privado es clave”, resaltó el gerente.
El 11% de la leche que procesa Alpina proviene de asociaciones. Esto representan 1.000 familias y alrededor de 5.000 personas beneficiadas. Con el Magap se buscará vincular también a asociaciones de Machachi, pese a que para las fábricas es más rentable comprar la materia prima en las haciendas.
“Comprar leche a asociaciones es más costoso por la distancias y los acopios, pero no solo lo vemos como negocio, sino como una responsabilidad social”, explicó Juan Fernando Maya.
La calidad, el reto que pondrá a prueba a los campesinos
Lucy Montalvo, coordinadora del Magap para la zona (3) centro del país, dijo que como parte del Programa Nacional de Negocios Rurales Inclusivos, el Gobierno da centros de acopio de leche a las asociaciones de pequeños ganaderos, para que no todos hagan quesos o yogurt, sino que sean también buenos proveedores de materia prima a las fábricas.
“En las industrias la leche se analiza en laboratorios, el control de calidad es estricto, ahora el reto de los técnicos del Magap es fortalecer las organizaciones de pequeños ganaderos y las buena prácticas pecuarias”, anunció.
Explicó que “para garantizar buena leche necesitamos buenos pastos, muy buen manejo de los animales al ordeñar a la vaca y buen acopio de enfriamiento de la leche”. Añadió que, por ejemplo, si se vacuna a la vaca, es preferible dejar de vender la leche, hasta que se extinga el antibiótico.
Juan Fernando Maya añadió que “una persona que se levante a ordeñar y no tenga el hábito de lavarse las manos, no solo está poniendo en riesgo su capital, porque la vaquita se la puede enfermar, sino también su producto, que se lo pueden rechazar, o si no lo rechazan, pone en riesgo la salud del consumidor”.
Montalvo resaltó que al entregar buena leche también se puede exigir precios justo. Alpina paga más de lo que establece la tabla gubernamental, dependiendo de la calidad de la materia prima.
Los beneficiados
En el caso de Cotopaxi, las asociaciones que firmaron los convenios con Alpina están ubicadas en Aláquez y Belisario Quevedo, en Latacunga, y en Sigchos (Sigchos) y Mulalillo (Salcedo). La de Tungurahua pertenece a San Miguelito.
Gustavo Jesús Daicela firmó por Asocolesic, Carlos Aníbal Arias por la Asociación de Pequeños Productores Agropecuarios de Langualó Chico, María Mercedes Choloquinga por la Asociación de Mujeres Indígenas de Cotopaxi Mushuc Pacha, Melchor Iza por la Asociación Comuna San Luis de Compañía Baja de Cotopaxi, y Gilberto Nepatalí Moya por la Asociación de Productores Agropecuarios San Isidro de San Miguelito de Tungurahua.
La meta de las asociaciones es crecer
“La meta de las asociaciones es crecer y esperamos la ayuda técnica del Ministerio de Agricultura. Luchamos por no migrar a la ciudad. Empezamos solos nuestra lucha por tratar de mejorar la producción y vender nuestro producto a buen precio”, dijo Gustavo Jesús Daicela.
María Mercedes Choloquinga dijo que su asociación junta alrededor de 2.500 litros diarios de leche. “No solo compramos a las socias, sino a toda la comunidad. En las comunidades pagamos entre 0,38 y 0,39 centavos, los piqueros pagan 0,35. Alpina nos va a pagar dependiendo de la calidad entre 0,47, 0,48 y 0,50 centavos. Esos precios están dentro de los rangos que fijó el Gobierno. Es más factible este tipo de convenios antes que estar buscando dónde vender la leche. Nos han dado bastante confianza”, explicó.
http://www.cotopaxinoticias.com