Con 15 mil litros de leche donados a una larga fila de personas de escasos recursos en el centro de Medellín, los productores del oriente y norte antioqueños quieren llamar la atención del Gobierno para que tome medidas ante la sobreoferta del líquido en el país.
Mientras centenares de personas pobres acudían sonrientes el mediodía de este martes con canecas, ollas y cualquier recipiente a los dos carrotanques estacionados en el sector de La Alpujarra, los líderes del plantón se lamentaban de las altas importaciones de leche y lactosuero que limitan la compra del producto nacional que están teniendo que botar.
“De los 3,8 millones de litros diarios que produce Antioquia, cerca del 20 por ciento nos está tocando botarlo porque hay una sobreoferta nacional por el invierno de la costa y por cuenta de las excesivas importaciones”, sentencia Mariano Restrepo, presidente de la Federación Antioqueña de Asociaciones de Productores de Leche de Antioquia.
El departamento es el mayor productor nacional del líquido (22 por ciento), del cual viven en la región unos 80.000 pequeños y medianos productores, mientras que toda la cadena láctea en Antioquia emplea a unas 400.000 personas.
Los líderes de la protesta explican que pequeños productores antioqueños con cuatro o cinco vacas en sus parcelas están viviendo una aguda crisis desde el año pasado: no solo porque no alcanzan a vender todos los 60 litros diarios que pueden producir, sino que les vale un promedio de 800 pesos y se los compran a solo 700. Trabajan a pérdida.
“A uno le parte el alma que un pequeño productos que saca 45 litros diarios solo le podamos comprar 20 litricos porque no hay quién nos compre toda la
leche y los distribuidores mayoristas no nos reciben más. Incluso ya tenemos mil millones de pesos en leche pulverizada y no hemos podido venderlos tampoco”, comenta con preocupación Luaskín Arley Pérez, gerente de la cooperativa de productores Unilac, del oriente del departamento.
El próximo viernes en Yarumal se repetirá la protesta pacífica regalando más leche, mientras que los productores aclaran que no están pidiendo subsidios, tampoco culpan a las procesadoras, pero si al Gobierno de una crisis lechera que lanza alarmas de un potencial paro agropecuario en el país.
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