Colombia: Que no tengamos que llorar sobre la leche derramada

Los hatos lecheros están perdiendo plata, y los ganaderos anuncian un nuevo paro nacional para julio.
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Los hatos lecheros están perdiendo plata, y los ganaderos anuncian un nuevo paro nacional para julio.
Las advertencias de los productores de leche del país hace cinco años, cuando estaba en discusión y puesta en marcha el TLC con Estados Unidos y luego con la Unión Europea, fueron desoídas por el gobierno y casi todos los miembros del poder legislativo. Argumentaban los productores directos de lácteos que la importación de leche en polvo daría al traste con la producción nacional, pues los bajos costos y los subsidios que tienen los granjeros de esos países les permitía sacar leche a menores precios, diferente al caso colombiano.
Tenían razón, para entonces, los ganaderos dedicados a las lecherías. Las consecuencias están hoy ahí a la vista de todo el mundo, incluso en las calles a donde han salido los productores del Eje Cafetero a derramar el producto en protesta por la competencia desigual y, por supuesto, la disminución de los precios del líquido para los finqueros.
Bertulio Restrepo, representante de la Asociación de Productores de Leche de Génova, tiene, además de la queja del TLC, otra. Dice este campesino: “En este momento el principal problema o enemigo que tenemos es el producto en polvo que traen las empresas desde otros países, para lo que el gobierno ha dado total autonomía afirmando que por el fenómeno de ‘El Niño’ —que no existió— se preveía una escasez en el alimento”. El fenómeno sí existió, pero tardíamente y no con la intensidad que se había anunciado. Sin embargo, el mismo Restrepo afirma que en realidad, a pesar del clima, no hubo desabastecimiento. Y claro, toda esa importación de leche en polvo está ahí, como una acicate, bajando los precios y quebrando a los lecheros de nuestros pueblos. Hay ganaderos que están obligados a vender el litro a $500, cuando producirlo les cuesta $700.
Frente a la disminución, les ha tocado que hacer malabares. Paula Andrea Hernández Zamora, directora ejecutiva del Comité Departamental de Ganaderos, acepta que la baja en el pago y el tope de compra que impusieron algunas empresas ha obligado a los ganaderos a destinar la leche para alimentar terneros y producir derivados lácteos como el queso. Incluso, algunos han tenido que ‘secar’ la vaca de ordeño con anticipación, dejando de percibir los recursos que generaba.
El gobierno está en la obligación de atender a este sector de inmediato, que ahora, con la ola de violencia desatada por las Farc, sus problemas se incrementan. Si no lo hace, veremos, en julio, un nuevo paro del sector agropecuario, de los lecheros, cargando las canecas llenas de leche para vaciarlas en las carreteras. Y con razón. Desacertada ha sido la política pública del gobierno Santos en este sector primario de la economía. Ha preferido vincular al país a los pactos internacionales de comercio, que atender el problema interno, generando verdaderos problemas.
Hay que frenar, de alguna manera, las importaciones que no están dentro de los TLC, aunque la mayoría de ellas están legalizadas, porque provienen de Estados Unidos. Y trabajar para industrializar el producto colombiano, deshidratar la leche y convertirla en polvo, para que surtan otros mercados que tienen escasez de este alimento. Para esto, se necesita una intervención directa del gobierno, del ministerio de Agricultura, que, a la fecha, durante estos casi cinco años de gobierno, poco ha hecho que sea realmente efectivo.
En tanto, una buena alternativa para los productores de leche es la organización y la asociatividad. Juntos somos más, unidos es más probable negociar, vender mejor. Y, también, en grupo sus voces tendrán mucho más peso en las instancias del gobierno nacional. El Quindío es hoy un departamento lechero, más que cafetero, pues muchos de los antiguos predios sembrados en la rubiácea han pasado a pastos, como fueron hace un siglo cuando se colonizaron estas tierras.
En tal sentido, es menester buscar la asociatividad, de todos, grandes y pequeños, para enfrentar mejor los retos del negocio. Hay que actuar, desde los gremios y desde el gobierno, para que en julio, no tengamos que sentarnos a ‘llorar sobre la leche derramada’.
http://www.cronicadelquindio.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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