Dignidad Agropecuaria Colombiana, Bogotá, marzo 10 de 2015
En escueto comunicado el Ministerio de Agricultura informa, a los productores de leche, que el precio del litro que a diario entregan no tendrá incremento y continuará rigiendo el fijado desde marzo de 2.014. Duro golpe se infringe a más de 350.000 ganaderos dedicados a una actividad -que tiene hoy- una precaria rentabilidad.
Desde la abolición de la norma 70-30 -Del precio de venta al público 70% para el productor y, 30% para el procesador- a finales de los años 80, el precio pagado a los lecheros se fijó por la supuesta “oferta y la demanda”. Hoy se rige por la resolución 017 de 2.012 de MinAgricultura -norma que rara vez se cumple- y que ha sido establecida para favorecer a la industria procesadora, en detrimento de los intereses de los ganaderos al punto que, la relación se ha invertido, y son las empresas industriales las que se apropian del más alto porcentaje del valor del litro de leche pagado por los consumidores.
Pretende el gobierno desconocer que en 20 años el precio del litro de leche se ha pagado entre $700 y $900 al productor, en el mejor de los casos, cuando los costos de producción se han más que duplicado en el mismo periodo. El incremento fijado en 2.014 no fue suficiente para recuperar el precio que se pagaba antes de la enlechada del año 2.013 cuando se desplomaron los precios, por la importación de más de 33.000 toneladas de productos lácteos hechas al amparo de los nefastos TLC firmados. Hoy, todos los costos de producción, sales mineralizadas, fertilizantes, alimentos concentrados, medicamentos veterinarios, mano de obra, energía y servicios públicos, impuestos y demás, han superado los pronósticos, en especial, los que utilizan materias primas importadas que arrastran la acelerada devaluación.
Los argumentos que esgrime el gobierno para negar un incremento a los productores de leche, algo intolerable, son los mismos por los que se les ha apaleado de tiempo atrás. Dice el comunicado oficial que son “Las condiciones del mercado en términos de la creciente oferta por parte del sector primario,” lo que quiere decir que se castiga a los productores -a los que antes calificaba de “ineficientes”-, si aumentan la producción y la productividad. Argumenta como justificación de la medida, además, “la respuesta positiva en términos del volumen captado por la industria láctea”, dato que demuestra una disminución de la “informalidad”, ayer combatida sin cuartel y hoy, en su rectificación, señalada como causante del problema.
No puede evadir el gobierno la razón principal de su decisión: “el relativo crecimiento de los inventarios y la fuerte incidencia del mercado externo”.
Es claro, que los precios a la baja, de las cotizaciones internacionales, ha permitido a las empresas hacer uso de los contingentes disponibles en los tratados comerciales suscritos -en las más desventajosas condiciones- para los productores nacionales. Las importaciones en 2.014 superaron las 20.000 toneladas de leche y derivados lácteos y se incrementarán. Y la crisis generada en el mercado interno se les traslada a los productores para proteger las ganancias de las cinco grandes multinacionales que controlan la mayor parte del mercado lácteo del país.
Dignidad Agropecuaria Colombiana se une a la ola de indignación nacional de miles y miles de productores y exige al gobierno de Santos y a su ministro de Agricultura, atender la solicitud de revisión inmediata de la medida ya implementada, tomando como consideración principal los incontrolados costos de producción, no la volatilidad de los precios externos.
DIGNIDAD AGROPECUARIA COLOMBIANA
Firmado: RICHARD FUELANTALA, Presidente; GIOVANNI VELA, Secretario; RAMIRO CAMACHO, Vocero Dignidad Lechera; OSCAR GUTIERREZ, Director Ejecutivo.
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