Los productores de leche están en crisis. Aseguran que el gran margen de la utilidad se queda en la cadena comercial.
La venta de leche cruda en cantina, botella o «jarreada», en veredas y barrios populares de algunas ciudades es una muestra del gran volumen que queda en manos de la informalidad.
«La botella está a 600 ó 700 pesos», asegura Claudia Parra, productora de leche.
La demanda por esta leche que sale de la vaca directamente al consumidor tiene gran acogida.
Se estima que de los 16 millones de litros de leche que se producen al día en Colombia, la mitad se vende de manera informal y es ahí donde aseguran se afectan los productores.
«El promedio nacional de pago a los compradores formales está alrededor de los 900 pesos por litro», precisó Jorge Andrés Martínez, director ejecutivo de Asoleche.
Por otro lado, el precio para el consumidor no baja. Hoy de una tienda de barrio o supermercado una persona paga por un litro de leche larga vida 2.615 pesos, por un litro de leche pasteurizada 1.966 pesos, pero también hay otras bebidas que no son leche que se consiguen en alrededor de 1.500 pesos.
«Cuando esos productos no son leche sino subproductos de la leche pueden llegar a competir con la leche real, con la leche pasteurizada», dijo por su parte Javier Ardila, presidente de Analac.
Por eso y por el precio muchos prefieren la leche en cantina.
Tanto los productores que son los que reciben menos por producir un litro de leche tanto consumidores que son los que terminan pagando, esperan mayor regulación para que la abundancia del producto se refleje en los precios, aseguran que la diferencia de precio se queda en intermediarios.
www.noticiasrcn.com