#Colombia: Jenaro Pérez, el visionario de Colanta

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A propósito de sus 40 años al frente de la Gerencia de esta cooperativa, el dirigente recibió a EL MUNDO, para compartir con los lectores un poco de su vida y su trajinar como dirigente lechero.
“El jefe es de un carácter muy fuerte, pero si se sabe manejar, es el más humano y el que tiene el corazón más grande”, dijo María Inés Pérez, jefe de Gestión Humana de la empresa.
Vos con montañeros brutos y pobres no vas a ninguna parte. Vos no estás en Inglaterra”. Estas palabras, dichas por Jorge Vásquez frente a su decisión de tomar las riendas de Colanta (antes Coolechera) en 1973, no las olvida Jenaro Pérez Gutiérrez.
Recuerda que le contestó: “‘No doctor Vásquez. Yo le agradezco mucho, pero yo prometí que me quedaba un año en Colanta”. El dirigente se refería a su palabra dada a Juan Guillermo Restrepo Jaramillo, de ponerse al frente de esta cooperativa por un año.
“Les dije que en un año les decía. Ya llevo 40 y no me quiero ir”, comentó satisfecho y no es para menos. Desde entonces, la que fuera la iniciativa de 64 campesinos con la Secretaría de Agricultura de Antioquia, en el municipio de Donmatías, empezó su ruta sólida hacia el progreso.
Un camino difícil, pues la cooperativa, que entonces iba para diez años de fundada, ya había sido declarada en quiebra legal tres veces. Nadie pensó que saldría adelante, “y fue objeto de burlas y de risas por lo utópico del proyecto”, asegura en su página web Colanta, considerada hoy la empresa más sólida del sector lechero en Colombia.
El cambio del lema “Hago todo lo que deba, aunque deba todo lo que haga”, de hace 40 años, al de ahora “Colanta sabe más”, da idea del empuje que en todo este tiempo le ha impregnado Jenaro Pérez a la Cooperativa, que agrupa a 13.000 productores de leche en Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Córdoba, Viejo Caldas, Atlántico y Nariño.
Líder y maestro
Con su manera desparpajada de hablar, el dirigente recordó las hazañas de él y de sus colaboradores el día que vendieron leche por primera vez en Medellín. “Yo no dormí esa noche. Me acuerdo que decía ‘vea a esta gente, uno hace la planta con harto sacrificio, y no trae la leche’. Queríamos recoger 27.000 litros y llegaron apenas 7.000. Y, después, salga a venderla. Vendimos menos de la mitad”, dijo.
“Salimos en unos carros de Entrerríos y ofrecíamos: ‘Vea, leche Colanta’. Y la gente preguntaba: ‘¿Cómo? ¿Milanta? No, no. Yo espero a Proleche’”, prosiguió el dirigente, al tiempo que sacó una campana de cobre y la hizo sonar. “Con  esta campana era que salíamos a vender”, expresó.
Sentado al frente suyo y vestido todo de blanco, Daniel Roldán, el controlador de plantas de recibo de leche, se refirió a la transformación profunda que ha tenido la empresa.
Con 37 años de labores en Colanta, resaltó que esta empezó recibiendo 5.000 litros diarios en unas canecas. “En el 77 recibíamos 150.000 litros en Medellín. Entonces abrimos centros de acopio en Frontino y Yarumal, pues ya estábamos recibiendo leche de Puerto Valdivia. Ese municipio hoy está a siete horas de viaje. ¿Se imagina cómo era de lejos hace 30 años?”, comentó admirado.
“Inclusive empezando, Colanta se daba el lujo de apoyar al productor y le recibía esa leche así no le sirviera, pues la leche en esas canecas se acidificaba”, recordó Daniel, mientras destacó que para entonces “el campesino ya sentía el apoyo de la empresa, creía en ella y empezó a producir más”. Hoy la Cooperativa recibe 2.5 millones de litros de leche diarios.
Sergio González, subgerente de Colanta, y quien lleva 31 años en la empresa, intervino para hablar de su jefe. “Quienes hemos estado al lado de él, sabemos que escucharlo hablar es muy entretenido y, en la forma como lo hace, muy didáctico. Él pudiera quedarse diez, 20 años o más, porque el sector y la cooperativa lo necesitan”, declaró.
Y agregó: “Él es una persona de un temperamento fuerte pero muy humano. Su papel en lo que tiene que ver con el sector de la economía solidaria ha hecho que, sobre todo, el Norte antioqueño surja en la actividad económica, básicamente por la lechería y la ganadería”.
Político y humano
A la par con su labor empresarial, Jenaro Pérez ha ejercido la política, pues según dice, “el que no hace la política la padece”. Antes de llegar al Concejo de Medellín, ya había sido diputado de la Asamblea Departamental de Antioquia por varios períodos y concejal en cerca de diez municipios del Norte antioqueño. Además, fue representante a la Cámara hasta la Constituyente del 91.
Consuelo Ramírez, sentada al lado de él y quien fue su secretaria privada por más de 31 años, resaltó la labor del gerente a su paso por la Asamblea.
“En esa época ellos tenían unas partidas que les asignaban como diputados para que las repartieran, claro que ya las quitaron porque eso se prestaba a corrupción. El doctor cogía esa platica, póngale $5 millones, y empezaba a llamar a todos los pueblos. Que a ver, el alcalde de Angostura, el personero, el cura, ¿usted qué necesita?. Recuerdo que él llegaba y asignaba. Decía que para el asilo San Antonio $300.000, para la Escuela de Hoyo Rico $400.000, y así. Se repartía eso en una belleza y una pulcritud”.
Como buen conservador, Jenaro Pérez no puede evitar reírse cada vez que recuerda el día cuando se mandaron a hacer dos cuadros para decorar el recinto del Concejo de Medellín. “Yo era el presidente y fui con los dos vicepresidentes, que eran liberales. Después de que el maestro Ramón Vásquez nos mostró los bocetos, yo escogí el del Cristo triunfante. Y entonces Fabio Estrada Chica me fue diciendo: ‘Jenaro, fíjate bien, que no tiene cruz’. Y yo le contesté: ‘No importa. Es para decir que la cruz se la robaron los liberales’, a lo que Fabio me contestó: ‘Ah, eso sí. Porque si fueran los godos se llevan el Cristo entero’”.
Un hombre de familia
Al preguntarle por su familia, el gerente General de Colanta contó: “Fuimos cinco hermanos. La mayor, Ofelia; le sigo yo; luego Raúl y Rodrigo, que murieron de cáncer de pulmón, por fumar, y el menor, Adolfo, que es odontólogo”.
Ya había ingresado a la cooperativa, cuando se casó. “Yo me casé curadito”, reconoció, mientras trataba de dar una explicación. “Porque uno para casarse siempre…”, no continuó la frase y más bien concluyó: “Pero tengo mis tres hijos. El mayor está en el cielo, el otro es piloto y el otro hizo su carrera de Administración de Empresas”.
No faltó su observación de su vida como esposo. “A mí me ha ido muy mal porque es que Anita (su señora) me pega mucho”, dijo bromeando, y agregó: “No, pues ahí nos toleramos. Ella es muy dedicada a su casa, me echa mucha cantaleta y yo no le soy infiel ni con el pensamiento”.
Una cooperativa diversificada
Convencido de las bondades del sistema cooperativo, Jenaro Pérez Gutiérrez ha sido el vocero ante el Gobierno de los cerca de 13.000 asociados que conforman la Cooperativa Colanta.
Esta empresa maneja las líneas de Lácteos, Cárnicos, Refrescos,  Sales, Concentrados, Fertilizantes. Además, tiene para los productores pecuarios su cadena de almacenes de insumos agropecuarios, Agrocolanta, y para los consumidores la cadena Mercolanta.
De los 2.5 millones de litros de leche que acopia diariamente procesa un millón en leche pasteurizada y larga vida, y el resto en derivados lácteos y leche en polvo. Para ellos cuenta con tres plantas pulverizadoras y una moderna planta de leche larga vida.
En su planta de beneficio y desposte, Frigocolanta, recibe diariamente 200 cabezas de ganado entre bovinos adulto y menor, terneros y porcinos.  Además procesa, en su planta de derivados cárnicos, 21 toneladas de carne diarias para embutidos (chorizo, jamones, hamburguesa, tocineta y morcilla, entre otros).
http://www.elmundo.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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