La industria lechera ha evolucionado de la botella de vidrio, a la bolsa fresca, al cartón, a la bolsa y al cartón larga vida con inversiones por planta mayores a 3M de dólares por línea. En el Séptimo Congreso Internacional de la Industria Láctea celebrado recientemente en Bogotá, Asoleche expuso una serie de planteamientos dirigidos a promover una mayor competitividad de la cadena láctea frente a las tendencias del mercado lácteo, tema principal del congreso.
Asoleche ha cambiado enormemente a través de estos años llegando hoy a acopiar literalmente toda la leche líquida para proceso de pasteurización y yogurt del sector privado no cooperado de Colombia y buena parte de la de otros derivados; es decir, unos 4 millones de litros diarios, y venderla a más de 250.000 tiendas a nivel nacional con ingresos cercanos este año ya a los a 3.000 millones de dólares.
“Y hemos llegado a esto con el empuje de más de 20.000 personas que laboran en estas empresas y compran leche a unos 40.000 ganaderos que representan la casi totalidad de la parafiscalidad lechera en Colombia”. Manifestó Carlos Enrique Cavelier, presidente de la Junta Directiva de Asoleche.
El gremio agradeció al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural por el trabajo realizado en conjunto para buscar la forma jurídica de garantizarle la compra de leche a esos cientos de miles de ganaderos. De pensar en un mecanismo para permitirles crecer sus volúmenes y volver el sector en exportador neto.
Cavelier invitó a los asistentes al congreso a reflexionar sobre el modelo de Nueva Zelanda que produce 13.000 l/ ha año y Colombia solo 650. ¿Cómo que allí se tengan casi 3 vacas de ordeño por hectárea y aquí menos de una? Cómo que el periodo abierto sea de menos de 90 días y el nuestro de más de 200? ¿Cómo que con la mitad de nuestros animales produzcan 3 veces en un 15 % de las hectáreas? Enfatizó, Cavelier.
Según Cavelier, el sector lechero cree firmemente que en las 10 M de hectáreas en las que pastorean 8 millones de vacas y producen en promedio solo un poco más de 2 litros día por animal, podrían producir promedio tres litros a corto plazo. Es decir un 25% más de leche, 4 millones de litros diarios que podrían ser exportados a mercados especiales como China, India y el Sudeste Asiático. Estas son unas 500,000 toneladas de leche en polvo o 400,000 de queso que podrían estar en unos dos mil millones de dólares, o apenas 4% de ese valor, generando así unos 600 millones de dólares en compras adicionales a pequeños campesinos que pueden triplicar y cuadriplicar su producción.
El mercado mundial de lácteos tranzados internacionalmente es de $52.000 millones de dólares, y Colombia participó de éste el año pasado con 35 millones, es decir algo más del medio por mil, 67 centavos por cada mil pesos de producto exportado en el mundo.
Las respuestas a estos planteamientos están en el proyecto de ley que va a presentar el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri en unos días al Congreso de la República y a las resoluciones que debe emitir el gobierno, para empezar.
Para Asoleche ese proyecto de ley dará la base jurídica para atraer la inversión para las plantas, educar los campesinos, apoyarse en la asistencia técnica del gobierno, financiar los productores, llevarles sus insumos, y sobre todo, garantizarles la compra de leche de acuerdo a un precio piso y a un precio competitivo exportador.
La industria lechera ha evolucionado de la botella de vidrio, a la bolsa fresca, al cartón, a la bolsa y al cartón larga vida con inversiones por planta mayores a 3M de dólares por línea. Estimados hay unas 70 líneas de este producto en Colombia, o un quinto de billón de dólares invertidos. “Gracias a ese esfuerzo, 40 millones de Colombianos toman una mejor leche llegando a ser pronto la primera tasa per capita de América Latina. Vamos ahora por nuestra cadena de producción para ser en el 2030 una potencia exportadora de lácteos en el mundo, con un modelo inclusivo para miles de campesinos”. Concluyó, Cavelier.
Por su parte, Jorge Andrés Martínez, director Ejecutivo de Asoleche, planteó los elementos para una política láctea integral: garantizar la absorción industrial de la leche producida en el país, a través de contratos de proveeduría que fortalezcan el vínculo entre productor e industria, tener un precio de compra para los volúmenes adicionales de producción con referencia a los precios internacionales más competitivos, promover la exportación de los volúmenes de producción adicionales que entren al sistema formal para consolidar al país como potencia exportadora de leche y derivados lácteos, y por último, contar con un instrumento de parafiscalidad eficiente, que promueva la mayor productividad del sector, acompañe y brinde asistencia técnica al productor de leche, y actúe como mecanismo de estabilización de precios y fomento a la exportación.
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