#Colombia: Fedegán, ¿democrático?

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Uno de los más viejos principios de la constitucionalidad reza: “No puede haber impuesto sin representación”. La sentencia C-678/98 declaró la constitucionalidad en el manejo del Fondo Nacional del Ganado por parte de Fedegán, condicionada a una estructura democrática real de la Federación Colombiana de Ganaderos, en cuanto por medio de instrumentos efectivos, se garantice la participación de todos los gravados con la cuota de fomento ganadero y lechero cuya administración y recaudo final se otorga por el Estado, en virtud del contrato que con esa Federación habrá de celebrarse.
Ello significa, entonces, que si esa estructura democrática resultare inexistente, el contrato aludido carecería de soporte constitucional, por cuanto habría en tal caso un objeto ilícito, por lo que la exequibilidad habrá de ser condicionada a este requisito.
El Ministro de Agricultura, Dr. Restrepo, en recientes declaraciones de prensa manifestó su determinación de impulsar una auditoría especial del citado fondo para entre otras cosas “revisar el nivel de democratización de Fedegán” y comprobar de que “ninguno que contribuya a la parafiscalidad se sienta excluido del funcionamiento de la gremialidad”.
No tendrán ninguna dificultad los investigadores para concluir que la democracia en Fedegán es en la práctica inexistente. Sus estatutos coartan hábilmente cualquier manifestación individual de los ganaderos impidiéndoles en la práctica expresar sus ideas de manera individual, otorgando el verdadero poder a los gerentes de las cooperativas lácteas, cárnicas, Fondos Ganaderos y representantes de asociaciones departamentales y municipales. Ejemplo de esto es el congreso ganadero del 2010, donde del total de los 547 delegados inscritos, solamente 29 eran ganaderos particulares, pertenecientes a una elite privilegiada, y muchos de ellos miembros de la junta directiva.
Ningún ganadero entiende cómo son elegidos sus delegados departamentales al congreso. No se cita ninguna asamblea para que estos escojan directamente esos delegados como debe ser en una democracia participativa. Algunos de éstos delegados ni siquiera son ganaderos. La representación regional es tan inequitativa que privilegia a algunas regiones sobre otras no obstante que el aporte al FNG es proporcional al inventario ganadero de cada departamento. Como ejemplo, en el congreso ganadero del 2010, Atlántico, con un hato de apenas el 1,06% puso 48 delegados mientras Meta, con el 8,56% de la población ganadera nacional puso apenas 18 delegados.
Para que Fedegán sea una verdadera democracia, el ICA podría suministrar una identificación a cada ganadero activo cuyo nombre esté inscrito en el registro de vacunación de aftosa. Tal como se hace en la Federación Nacional de Cafeteros, donde cada miembro tiene derecho a una cédula cafetera, los ganaderos podríamos votar de manera individual, escoger a nuestros representantes de manera directa. Los estatutos de la Federación de Cafeteros pueden servir de inspiración para crear una nueva Fedegán democrática y participativa, donde el poder emane de manera directa en el ganadero raso y se excluya en los cuadros directivos a las industrias lácteas y cárnicas que con su poder económico manipulan las asociaciones regionales. No todos los miembros de esas industrias y asociaciones son elegidos de manera democrática y directa y sus intereses no necesariamente concuerdan con los del ganadero productor. Solamente así, se estaría cumpliendo cabalmente con la ley en cuanto a la administración del FNG.
HORACIO DEL CASTILLO RESTREPO
http://www.eluniversal.com.co

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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