El ministerio de Agricultura acordó con los industriales y productores lácteos una serie de decisiones que favorecen el ingreso y el empleo de 350.000 familias campesinas.
Las medidas tienen que ver con la reactivación, de inmediato, del Fondo de Estabilización de Precios (FEP), incentivos para futuros almacenamientos de la leche, así como una revisión de las ofertas institucionales en el mediano y largo plazo.
«Del FEP se liberarán aproximadamente 10.000 millones de pesos que serán utilizados para compensar la diferencia entre precios internos y externos y los internacionales, y apalancar así exportaciones de inventarios que ascienden a unas 20.000 toneladas», aseguró el ministerio de Agricultura.
La idea de reducir esos ‘stocks’ lecheros es que los industriales pueda absorber la producción nacional a precios entre los 840 y 910 pesos por litro.
También se anunció que se estudiará un incentivo al almacenamiento del producto por compras futuras, aunque no se reveló su cuantía. La idea del Gobierno es tender la mano a los industriales cuando adquieran una cantidad de leche que exceda su producción.
El ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, señaló que además se requiere otra serie de acciones de largo plazo para disminuir costos y mejorar la productividad. El alto funcionario reiteró la línea de crédito especial que tiene disponible el Gobierno para financiar a 15 años la modernización del sector.
“Son medidas que contribuyen a darle tranquilidad a los productores de leche sobre la voluntad y la capacidad que tiene la industria de absorber esas compras”, agregó el titular de la cartera agropecuaria.
A la reunión asistieron altos directivos y representantes de Fedegán, Analac, Colanta, Alquería, Alpina, Parmalat y Algarra, quienes también celebraron la batería de medidas anunciada.
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