Este viernes partirá el primer embarque con 7.300 cabezas y ya hay cuatro viajes más programados. Lejos de ser una excentricidad, el nuevo negocio promete convertirse en una oportunidad para los productores lecheros y mover en torno a 20 mil terneras anuales al país asiático.
Pese a la baja de $25 en el litro de leche anunciada hace algunos días por Soprole, que regirá a contar de enero, esta Navidad tendrá un lado dulce para los productores. El viernes 26 partirá desde Puerto Montt el primer embarque con vaquillas vivas -de raza Holstein- que exportará Chile a China. La nave especial para el transporte de ganado llevará 7.300 animales.
La novedad no es solo el envío, sino que la nueva oportunidad de negocio que abre para los productores lecheros. Esta comenzó con la firma del protocolo fitosanitario para permitir este tipo de exportaciones al país asiático a mediados de abril -solo Australia, Nueva Zelandia y Uruguay también lo tienen- y se estima que significará el envío de unas 20 mil terneras anuales.
Esta opción abre una oportunidad de negocios mucho más atractiva en precios para la masa de terneras que no son seleccionadas para el reemplazo de los planteles en las lecherías, las que normalmente se venden a bajos precios en las ferias. Sin embargo, para ser exportadas, en estos meses han alcanzado valores entre $500 y $600 mil cada una.
El primer embarque nacional involucra unos US$ 16 millones y es liderado por la empresa brasileña Minerva Live Cattle Exports -la mayor exportadora de ganado de Sudamérica-, que está en Chile desde hace doce años como importadora de carne y hace algunos meses abrió una división de exportaciones en Osorno.
Sin embargo, esto es solo el primer impulso, uno que pronto seguirán otras empresas: ya está programado para comienzos de febrero un envío por parte de la cooperativa osornina Cooprinsem, de 4.500 animales, y uno por parte de la húngara Hunland, asociada con una firma local, además de un segundo embarque de los brasileños que se concretaría en el primer semestre de 2015, con una magnitud similar al que saldrá desde la Región de Los Lagos este viernes.
El interés por importar este tipo de animales -son vaquillas vírgenes, que llegarán a producir leche en ese país por unos cinco años- se debe a la decisión del gobierno chino de impulsar el consumo de lácteos en el país. Hasta ahora China es uno de los principales importadores de productos lácteos a nivel mundial, ya que no da abasto con la producción local.
“Van a tener que seguir importando por muchos años, pero quieren tener una industria primaria local por un tema estratégico, de no depender totalmente de las importaciones. Entonces, tienen que aumentar la masa lechera y la forma más rápida de hacerlo es importando animales, para lo cual están apoyando a los productores con subvenciones”, explica el gerente comercial de Cooprinsem, Felipe Gottschalk, quien estuvo en los últimos tres años apoyando al SAG en la negociación del protocolo.
Esta demanda china y los positivos resultados que han tenido los otros países proveedores de masa lechera para el gigante asiático son los elementos que hacen proyectar un panorama positivo para este negocio a mediano plazo.
“Creemos que Chile tiene ganado de calidad y una cantidad posible para mantener un nivel de exportaciones todos los años. Además, hay un trabajo muy serio del Gobierno, a través del SAG, para garantizar la sanidad de sus animales y eso abre puertas… Nosotros tenemos el interés de estar acá por mucho tiempo”, asegura el gerente comercial de Minerva Live Cattle Exports, Guilherme Dias.
Desde el Ministerio de Agricultura aseguran que es una línea de exportaciones que complementará las actividades del sector, “el que constantemente debe enfrentar fluctuaciones de precios y que, de maner, tiene una nueva vía de negocios”.
Tomar la oportunidad
Tres años antes de la firma del protocolo sanitario para autorizar los envíos de vaquillas a China, la firma australiana Austrex -una de las líderes mundiales en exportación de ganado y proveedora del mercado chino- se contactó con Felipe Gottschalk con el interés de llevar animales chilenos.
Fue después de esa llamada que el gerente comercial de Cooprinsem comenzó a presionar al SAG para acelerar la apertura del mercado y se involucró en la negociación, con viajes a Asia y recepciones de posibles clientes de por medio.
Recuerda que uno de los puntos más difíciles de negociar fue que se pedía la utilización de una vacuna especial, que no se usa en Chile y que se debía importar desde Europa. Algo que se habría traducido, de quedar sellado así, en un acuerdo impracticable.
“Finalmente, aceptaron la vacuna que se usa en Chile y eso destrabó todo”, dice, y explica que en estos meses se han atrasado en concretar el primer envío porque se exige que los animales estén vacunados antes de los cuatro meses, cuando normalmente los lecheros locales lo hacen más tarde.
Cree que haber logrado esta apertura representa una oportunidad de negocio de mediano y largo plazo. “Nuestros cálculos indican que Chile hoy podría exportar 20 mil terneras anualmente sin afectar la masa ganadera, porque hay un excedente natural, y si los productores le suman usar semen sexado el excedente va a ser mayor. Eso es una muy buena oportunidad de negocio”, explica Felipe Gottschalk.
Es una visión similar a la del gerente general de la Feria Ganadera de Osorno (Fegosa), Harry Jürgensen, quienes han operado como compradores de animales para los brasileños de Minerva. “Lo interesante es que este negocio no vino por un rato, para despachar cuatro o cinco barcos, sino que llegó para quedarse, y por lo mismo los productores deben prepararse y adecuar su manejo a esta nueva condición, y tratar de aprovechar esta opción”, plantea.
Para tomar la oportunidad, una de las medidas que piden las empresas es que los productores utilicen semen sexado para asegurar el nacimiento de más hembras, y así aumentar el número de terneras que quedan como excedente de la reposición del plantel lechero.
Pese a que tiene un costo mayor y un menor éxito de preñez de las vacas, por lo que en muchos casos se debe realizar más de una vez, aseguran que los atractivos precios que ofrece este nicho exportador a China, en torno a los $600 mil por animal, lo hace rentable.
“Es una tecnología que les asegura que el 95% de las vaquillas preñadas serán hembras, con lo que pueden ofrecer en torno al 70% para la exportación y dejar el 30% para reemplazo”, estima Harry Jürgensen.
Proyecciones
Los barcos en los que viajarán las terneras a China por casi treinta días nunca antes habían llegado a Chile. Son naves especializadas para transportar ganado -una de ellas ya está en Puerto Montt por estos días-, con sistemas de almacenaje de comida y de formación de raciones específicas, producción de agua con bebedores automáticos y una tripulación especializada en el cuidado de los animales, donde se incluye un hospital para los animales en tratamiento y que se traduce en una mortalidad casi nula durante el viaje.
“Es como un gran ‘feedlot’ (o corrales de engorda de ganado) arriba del mar”, comenta Ghilherme Dias, y explica que el transporte es clave para mantener la calidad y sanidad del ganado.
Sin embargo, el viaje no termina ahí. Al desembarcar, al igual que en los treinta días antes de partir mar adentro, las vaquillas -que pesan entre 230 y 330 kilos- permanecen en cuarentena y solo ahí son liberadas para partir a su destino final, el que normalmente negocia el importador en China.
Al cumplir con todas las exigencias y de mantenerse las perspectivas positivas para este nuevo negocio en Chile, los exportadores ya plantean la opción de enviar ganado de carne a otros países y diversificar el negocio.
“Tenemos interés de operar no solo el ganado lechero aquí, sino que también el de carne, ya que si hay oferta y precio tenemos la capacidad de mandar muchos animales”, asegura Guilherme Dias.
Para eso es necesario avanzar en las negociaciones sanitarias con los países que demandan machos vivos para carne, como Turquía, Indonesia, Egipto o Rusia, entre otros.
“Tenemos que abrir esos mercados en cuanto a homologación sanitaria. Espero que con Turquía sea rápido, porque ya tenemos un tratado bilateral de libre comercio”, proyecta Harry Jürgensen.
De ser así, el gerente de Fegosa cree que es una opción que cambiaría la cara de la ganadería de carne en el sur del país, ya que ha perdido en la competencia por el suelo frente a las lecherías, el trigo, las papas y otros cultivos, aun cuando se vería afectada la producción de carne.
Mientras se avanza en esa línea, el gerente comercial de Minerva Live Cattle Exports plantea que este nuevo negocio genera agregación de valor para la ganadería chilena: “Espero que sea visto con buenos ojos por los productores y por el Gobierno, porque serán productos exportados desde Chile, y que sea una buena oportunidad para todos.
http://www.agromeat.com