El gerente general Soprole dice que la compañía fija un precio a productor «de acuerdo a las condiciones de mercado». La empresa ha desarrollado un plan de inversiones por US$90 millones para ampliar su producción.
Cerca de US$90 millones ha desembolsado en el último tiempo la empresa Soprole, controlada por el grupo neozelandés Fonterra, para ampliar su capacidad productiva. El plan es llegar a los US$1.000 millones en ventas. “Estamos con un plan de inversión muy agresivo e intensivo”, destaca el gerente general de la compañía, Hugo Covarrubias.
El ejecutivo destaca que el potencial que evidencia Chile para la matriz en Nueva Zelanda. “Fonterra cree en la seriedad del país y en el valor de la marca Soprole. Eso nos ha dado un respaldo muy fuerte para seguir invirtiendo en el mercado chileno”, afirma.
No obstante, uno de los temas que ha debido enfrentar Soprole es su relación con los productores lecheros.
El objetivo declarado de la Federación de Leche (Fedeleche) es que las empresas tengan un mecanismo para transparentar el precio pagado a los productores.
La crítica gremial ha sido que las alzas internacionales se trasmiten muy lentamente al mercado interno.
Empresas como Soprole sostienen que es imposible determinar un mecanismo único para todo Chile, pues cada compañía compra leche y vende sus productos en diferentes mercados y formatos.
“El precio de la leche es un bien transable y se debe pagar al precio de mercado”, afirma Covarrubias.
Recientemente hubo reclamos de productores menores que aseguran que las empresas lácteas como Soprole y Nestlé no traspasaban los altos precios por el que se pagaba la leche en el exterior al mercado interno. ¿Esa situación ha quedado zanjada?
Nosotros nunca hemos tenido un problema. Nosotros determinamos el precio de acuerdo a las condiciones del mercado. Tuvimos una posición muy clara.
Ellos aseguran que ustedes no traspasaban el precio…
Son visiones diferentes. Nuestra visión es que el precio en Chile de la leche no se define en función de los precios internacionales.
Los precios con los que (pagan productores mayores a menores) se definen de acuerdo a los que Chile vende en el mercado internacional. Son dos cosas diferentes. En eso hay que ser meridianamente consistente y nosotros hemos sido absolutamente consistentes en ese sentido.
Cuando los precios internacionales eran de US$3.500 y Chile pagaba US$4.000 o exportaba a ese precio, nosotros pagábamos US$4.000. Creemos que esas señales y consistencias claras son las que hacen sustentable el negocio en el largo plazo.
¿Les faltó información a los productores de menor tamaño?
No quiero emitir un juicio respecto a lo que les faltó o no. Lo que sí puedo decir es que sabemos cómo operan los mercados y cómo debemos determinar el precio de la leche. Somos fervientes creyentes del mercado, no en las decisiones unilaterales de uno u otro lado para determinar el precio de la leche.
INDUSTRIA LOCAL
¿Qué tan competitivo está hoy el mercado lácteo?
Es muy competitivo, porque hay empresas locales muy fuertes y compañías líderes a nivel mundial que ya están presentes en Chile. Eso lo hace un mercado muy desafiante para lograr objetivos, pero también es un mercado que se ha ido sofisticando, lo que nos obliga a mejorar en todos los aspectos: calidad, seguridad, innovación y tecnología, lo que significa estar invirtiendo constantemente para seguir fortaleciendo nuestra posición de liderazgo en el mercado.
¿A qué se debió el incremento sustancial de sobre el 75% de las utilidades de la compañía en el primer trimestre?
Más allá del resultado puntual de la compañía en un trimestre, lo que nosotros evaluamos es la tendencia en términos de resultados de la empresa en los últimos seis años. Creemos que ha sido una tendencia muy positiva en la creación de valor de manera consistente y permanente con mucho foco en las personas que trabajan en la compañía. Creemos en el talento. Creemos que el talento genera diferenciación y como organización buscamos desarrollar ese talento en forma permanente y estar constantemente sorprendiendo al consumidor con propuestas innovadoras y saludables.
Hoy la compañía está inserta en un mercado en el que la alimentación saludable es cada vez más relevante y por lo tanto, queda mucho espacio por crecer. Hay que irse adaptando a las nuevas tendencias. Ese es el desafío permanente, y creemos que podemos seguir creando valor.
¿Cuáles son las inversiones que están en carpeta?
Acabamos de terminar una inversión importante en la planta de yoghurt. Estamos terminando un centro de distribución nuevo en Renca que nos permitirá mejorar nuestra operación logística y crecer en capacidades productivas en San Bernardo.
¿A cuánto asciende la inversión total este año?
El nivel de inversión que realizamos en la planta de yoghurt es sobre US$25 millones. El centro de distribución es del orden de US$60 millones. Son inversiones cuantiosas y vamos a seguir con ese nivel de inversión para tener tecnología de punta. Estos son proyectos de aumento de capacidad. Tenemos un capex operacional que llega a los US$25 millones o US$26 millones que es permanente y constante.
¿Cuáles son los planes para elevar su producción a mediano plazo?
Tenemos un plan que partió hace dos años atrás y es llegar a los US$1.000 millones en ventas. Estamos en camino a eso. Es un desafío muy grande, porque este es un mercado muy competitivo, lo que es bueno, pero también sabemos que como compañía tenemos un valor y reconocimiento en la sociedad que en la medida en que sigamos desarrollando propuestas de valor, que estén en el ámbito saludable y social, vamos a ir logrando ese objetivo.
La justicia civil se debe pronunciar sobre la demanda por competencia desleal en contra de Soprole por parte de Danone. ¿Qué esperan ustedes en este dictamen?
No acostumbramos a discutir públicamente o por los medios ninguna controversia ni con un competidor ni cliente. Por lo tanto, es un tema al que preferiría no referirme. Las cosas tienen sus cursos, sus tiempos y hay que dejar que las instituciones que corresponden juzguen los argumentos de ambas partes.
¿No tienen al menos una expectativa?
Hay que dejar que las instituciones hagan su trabajo. Existe una institucionalidad que funciona sobre la cual nosotros confiamos. La posición de la empresa es absolutamente clara y no hacemos comentarios públicos respecto a ella.
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