Los datos de producción de leche en Nueva Zelanda en el mes de enero sorprendieron por lo elevados. La sensación generalizada era que la intensa sequia que afecta fundamentalmente la isla Norte comenzara a reflejarse en volúmenes de producción inferiores a los del mismo mes del año pasado. 
Sin embargo, el dato de enero, con 2,3 millones de toneladas, es 4,3% superior al de enero de 2012, informó el grupo industrial DCanz. De esta manera se logró mantener la larga tendencia de recuperación de la producción lechera en el principal exportador mundial, comenzada en el año 2010.
El gobierno de Nueva Zelanda declaró la sequía en la isla Norte y dijo que la situación de déficit hídrico comenzó a extenderse a la isla Sur. En el verano en la isla Norte las precipitaciones se estima que fueron entre la mitad y un tercio de lo normal. Fonterra advirtió el mes pasado sobre el déficit hídrico en la segunda quincena de diciembre y el mes de enero y su efecto sobre la producción lechera. Las expectativas de reducción en la producción tienen mucho que ver con la significativa mejora en los precios de los productos lácteos en las últimas subastas de Fonterra.
Aunque la sequía no impactó de la forma que se suponía lo haría en enero, existen pocas dudas en cuanto a que lo hará en los últimos meses de la zafra, que culmina en mayo. Según Rabobank (citado por el sitio web Agrimoney) “la producción nacional está cayendo por debajo de la del mismo mes del año pasado desde febrero en adelante” y agrega que con pronósticos de precipitaciones que dan cuenta de escasas precipitaciones por delante, es “muy poco probable” que la producción reaccione a niveles normales en lo que queda de la zafra.
El banco agrega que con la sequía alentando un comienzo de la faena de vacas más temprano de lo normal, la caída de la producción de leche para los últimos tres meses de la zafra es “irreversible”.
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