Las importaciones de lácteos nicaragüenses están próximas a reanudarse, informó la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle), tomando en cuenta que la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) trabaja para normalizar el comercio con el país vecino.
De acuerdo a la presidenta de la Cahle, Anabel Gallardo, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) “está haciendo certificaciones de algunas plantas en Nicaragua, aparentemente ha habido un pequeño retraso”.
Para proteger al consumidor hondureño, la SAG, a través de Senasa ha restringido el ingreso de importaciones de algunas plantas nicaragüenses, a la par el sector lechero enfrenta la competencia de productos elaborados no necesariamente a base de leche vegetal.
En cuanto al reingreso de lácteos, autoridades de la SAG se reunieron recientemente con sus pares de Nicaragua. El subsecretario de esa cartera ministerial, José Luis Osorio indicó la semana anterior a laprensa.com.ni “que en ningún momento estamos queriendo entorpecer el comercio de productos lácteos entre Nicaragua y Honduras”.
“Al contrario -agregó- lo que queremos es que nuestros países tengan mejores productos lácteos… por eso el queso ha seguido entrando. En otro tema, Osorio dijo que “en el mundo hay ciertas compañías que han cambiado la forma de hacer los productos”.
“Y nosotros en Honduras no queremos que ingresen mezclas que no cumplan las exigencias nutricionales que requieren los niños y no nos vamos a prestar a ese juego”.
En esa dirección se pronunció Gallardo al comentar que “tengo conocimiento también de algún producto que se sacó delos supermercados que era de una empresa de Nicaragua, pero son productos que no están reuniendo los requisitos de los reglamentos centroamericanos”.
La irregularidad surge en el etiquetado y la posición en las góndolas de los centros de venta, agregó, pues lo correcto es que los productos elaborados en base a grasa vegetal estén aparte de los que contienen leche pura para evitarles confusiones a los consumidores.
Los operativos los están realizando varias entidades estatales, entre estas, la SAG, la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE) por medio de la Dirección General de Protección al Consumidor.
Porque “hay una ley que dice que los productos que no son hechos de leche de vaca, tienen que estar” separados de los lácteos elaborados a base de grasa vegetal. Pero “se ha encontrado que están mesclados. Lo vemos como un engaño al consumidor”, además, cuesta menos, mencionó Gallardo.
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