Son quesos de verdad los que se elaboran en la entidad, afirma la Profeco; ante la declaración, que en este matutino le presentamos, de José Luis González Enríquez, presidente de la UGRA, de que los quesos no son de leche, cuestionamos a la instancia responsable de defender a los consumidores, sobre las verificaciones que al respecto se han hecho, a lo cual Alberto Ramírez Lara, responsable del área de etiquetado respondió.
Recalcó que de los productores locales dedicados a estos lácteos, sólo se hizo observación a una cremería y no fue por la calidad, sino por que se detectó que el peso neto del queso adobera no coincidía con lo que aparecía en la etiqueta.
“Profeco analizó la calidad de los quesos tipo panela, cotija, ranchero, asadero, cottage, canasto, amarillo, crema, doble crema, oaxaca, sierra, añejo, suizo, manchego, chihuahua, gorda, mozzarella y parmesano, con la finalidad de orientar al consumidor en su decisión de compra de los productos”, indicó.
El encargado de la verificación de contenido de etiquetas dijo que los que realmente son quesos contienen ingredientes propios de la leche, como caseína, grasa, lactosueros; los productos “tipo queso” son los que contienen formula láctea, o lácteo combinado; y aquellos que en su etiqueta presentan grasas vegetales, de queso no tienen nada.
“Para que realmente se considere queso de leche deben contener un mínimo de 22 gramos por litro de proteína de leche, y de ésta el 70% de caseína. El producto combinado es el elaborado a partir de sólidos lácteos y otros ingredientes; debe tener como mínimo 15 gramos por litro de proteína propia de la leche. y de ésta el 70% de caseína”, detalló.
Explicó que como instancia no pueden retirar del mercado aquellos productos que no contengan leche, siempre y cuando la información en la etiqueta lo especifique, ya que compete a otras autoridades sancionar el daño que puedan causar al cuerpo; sin embargo, si se da el engaño al consumidor, es cuando la Profeco puede intervenir.
Señaló que de ahí deriva la importancia de tener precaución de revisar las etiquetas, para saber en específico qué sustancias lleva lo que consumimos, así como comprobar la fecha de caducidad para evitar adquirir un producto en mal estado.
“Si un producto tipo queso no es de leche, debe decir cuáles son los ingredientes por los que está conformado; si está realizado a base de fórmula láctea, debe venir establecido en la etiqueta, así como la información nutrimental. Aquí se están realizando estudios y pruebas a más de 70 productos de este tipo que se comercializan en todo el país, no sólo los elaborados en Aguascalientes, incluso importados, si no especifica en la etiqueta, es motivo de sanción”, especificó.
Ramírez Lara aclaró que a quienes tienen errores u omisiones en las etiquetas se les da un plazo entre los tres y seis meses para que llevan a cabo las adecuaciones al producto y etiquetado pertinentes; son empresas a las que se les da seguimiento, y si en una segunda inspección no han cumplido, son acreedores a multas que van desde los 1,600 a 2.5 millones de pesos, dependiendo de la gravedad de la falta, y el impacto al consumidor final.
“Por fortuna aquí el único señalamiento que se ha hecho a productores locales se corrigió de inmediato, con la otra partida de etiquetas, o en su caso corroborando que se dieran los gramos completos. Quienes detecten alguna irregularidad con este u otros productos pueden reportar de inmediato al 01 800 468 87 22 o en el sistema de detección de casos de la página oficial de Profeco”.