Vicente Gómez Cobo dijo que tienen dos años para prepararse, mejorar la infraestructura, permitir establecer precios -para lo que se requieren cambios en la legislación- y así garantizar la permanencia de la industria, por lo que son necesarios 4,000 millones de pesos anuales en los próximos cinco años.
Tras señalar que el sector lechero es uno de los más golpeados por el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería, dijo que tienen dos años para prepararse, mejorar la infraestructura, permitir establecer precios -para lo que se requieren cambios en la legislación- y así garantizar la permanencia de la industria, por lo que son necesarios 4,000 millones de pesos anuales en los próximos cinco años.
“Se vienen riesgos fuertes, estamos en una situación complicada, pero estamos confiados en que podemos salir adelante”, agregó en entrevista en el marco del Foro Nacional de Lechería.
Explicó que la incorporación de México en el TPP es estar a 100% de las grandes ligas: “Hoy tenemos un nivel de apertura muy grande y vamos a competir contra los países que más barato producen y más exportan en el mundo, entonces sí hay un riesgo para el mercado nacional”.
En ese sentido, dijo que definitivamente es indispensable que se den las políticas públicas que permitan a la industria nacional estar en igualdad de condiciones.
Aun cuando no se tienen los detalles del acuerdo, Gómez Cobo dijo que sí se pidió a la Secretaría de Economía —con la que se reunirán la próxima semana— que no hubiera una apertura total en los productos sensibles. “Los datos exactos todavía no los tenemos, sabemos que hay cupos, los cuales reflejan el comercio que ya existe; el riesgo es hacia adelante, porque no sólo compiten con los productores primarios, sino con toda la industria”, indicó.
Así, pidieron a las autoridades que no haya productos a precios dumping, que se respeten las normas oficiales mexicanas y normas internacionales, que se den normas en quesos en los próximos 18 meses, 11% de lo que gasta el consumidor es en leche y en productos derivados.
Dijo que ello dependerá de la inversión pública que se haga, “es un reto importante si se considera que los países con quienes competiremos lo han hecho en más de tres décadas”.
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