El pedigrí de Scot Rank como ex máximo responsable ejecutivo de Wal-Mart de México SAB infundió entusiasmo en los accionistas de Grupo Lala SAB cuando se anunció que sería el siguiente CEO del productor lácteo. Diez meses después, ese entusiasmo está decayendo, al menos entre los analistas.
Los analistas de JPMorgan Chase Co. este mes rebajaron la calificación de la acción, sumándose a otros dos analistas desde el 1° de septiembre en reducir la nota por la expectativa de que la acción no pueda seguir trepando a ese ritmo debido al aumento de los costos de producción y la falta de adquisiciones.
El anuncio de enero de que Rank se haría cargo de Lala el 30 de junio impulsó un alza del 50 por ciento en lo que va del año hasta el lunes, frente a un incremento de 3,2 por ciento en el índice de referencia de México. Si bien las acciones de Lala este año tienen el cuarto mejor desempeño en el índice IPC de 35 compañías, cinco analistas ahora recomiendan vender, mientras que a comienzos de año no lo hacía ninguno. Sólo ocho de 21 analistas que siguen las acciones recomiendan comprar, lo que hace caer la calificación de consenso al décimo puesto más bajo del índice.
Rank asumió su cargo en el elaborador de lácteos de Ciudad de México con bombos y platillos en junio, tras aumentar los ingresos de Walmex, el mayor minorista del país, un 31 por ciento durante sus cuatro años de gestión. Su nombramiento llevó a que se especulara que aprovecharía su experiencia en Walmex y sus conexiones para invertir gran parte del efectivo que Lala había acumulado desde su oferta pública inicial de 14.100 millones de pesos (855 millones de dólares) de hace dos años, según Vector Casa de Bolsa.
«Para generar el máximo de valor para nuestros accionistas, buscamos reproducir nuestro modelo de negocios aprobado en nuevos segmentos, categorías y mercados», expresó la compañía al responder preguntas por correo electrónico. Los 7,900 millones de pesos en efectivo que tenía Lala a fin del segundo trimestre le dan flexibilidad para seguir estudiando las opciones de fusión y adquisición que mejor cuadrarían desde el punto de vista estratégico, dijo la empresa.
«Esta cuestión de las fusiones y adquisiciones creó mucha expectativa, lo que con el tiempo podría provocar una caída algo significativa en el precio de las acciones si no se llevan a cabo», señaló Marco Montañez, analista de acciones de Vector, que rebajó su recomendación de comprar a mantener en julio. La demora está causando «un costo de oportunidad que es muy alto al tener una inversión líquida que casi no genera retornos».
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