Finalmente Justin Trudeau cedió en lo que parecía que nunca lo haría: abre la puerta a productos lácteos fabricados en EU, una demanda histórica de la Casa Blanca para con Canadá que finalmente logra la administración de Donald Trump. Así se desprende los primeros análisis sobre los textos del acuerdo que ya circulan en México.
Como parte del acuerdo, Estados Unidos obtiene acceso al protegido mercado lácteo de su país vecino. Las nuevas medidas impedirán que el sistema canadiense se expanda fuera de sus fronteras, y el acceso que se dé a Estados Unidos en ese mercado deberá ser mayor a las concesiones aceptadas por Canadá en las negociaciones para el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que alcanzaron el 3.3%.
El argumento que repitían los canadienses en la negociación es que es fundamental mantener la postura proteccionista a través de las tarifas a lácteos de EU para proteger a los pequeños productores agrícolas en contra de los productos de importación estadounidense que resultan más baratos.
Fuentes de la embajada mexicana en Washington D.C., explicaron en reiteradas ocasiones que el trasfondo de esta postura era electorero, y es que se percibe al sector agrícola como uno de los grupos que más jalan votos en la política del país de la hoja de maple.
En tres meses Trudeau comenzará a recorrer su país de cara a las elecciones de octubre del año próximo. Compite contra los conservadores y contra un tercer partido llamado Nuevo Partido Democrático (centro izquierda estilo Podemos). Tiene alta imagen positiva pero también fuertes detractores que lo critican por los impuestos para defender el medio ambiente, la aceptación de refugiados sirios o sus políticas de corte asistencial.