En entrevista con Crónica, Gómez Cobo, quien acompañó a la delegación mexicana que participó en la tercera ronda de negociaciones del TLCAN, en Canadá, dijo que es importante establecer políticas internas que den viabilidad, certidumbre y rentabilidad a la actividad lechera en el país.
«El gobierno de México tiene la responsabilidad en la negociación (del TLCAN) y para nosotros el Plan B, en caso de que esta negociación no vaya por buen camino, es producir más en México y pensar más en darle capacidad a los inversionistas y a los productores para atender el mercado mexicano; tenemos un gran mercado, con poder de compra, bien zonificado», dijo.
Lamentó que en México no haya un programa de fomento lechero y refirió que durante los primeros 15 años del Tratado el compromiso del Gobierno mexicano era poner al sector nacional en las mismas circunstancias que el resto de los socios comerciales, lo que nunca sucedió.
El sector ha tenido pérdidas anuales de unos 60 mil millones de pesos y se dejaron de generar 150 mil empleos desde que está vigente el TLCAN, señaló el empresario.
En México, abundó el dirigente de la Femeleche, los productores venden la leche 15 por ciento por debajo de lo que la venden los productores norteamericanos, lo cual ha hecho que en nuestro país se inhiba la producción y cierren establos.
En los últimos diez años, agregó, muchos productores emigraron al país vecino, «donde hoy la mitad de las vacas en Estados Unidos, unas cuatro y medio millones, son ordeñadas por mexicanos».
De ahí la petición de los productores mexicanos de competir en igualdad de condiciones que los productores de Estados Unidos y Canadá.
Destacó que el sistema norteamericano es muy complejo, tiene más de cien años que se implementó y ha sido muy exitoso.
«Ellos tienen un sistema que hace que cada vez produzcan más, sin importar si tienen mercado o no; de hecho anunciaron (el pasado lunes) que van a exportar leche con un programa que ellos tienen de subsidios, no la exportan a México, la mandan a otros mercados, pero esto distorsiona los precios internacionales al legar más baja al mercado mundial», dijo Gómez Cobo.
De no modificar Estados Unidos su sistema, en el cual está vendiendo por debajo del costo de producción, lo que tiene que hacer el Gobierno de México es pedir un sistema de administración de importaciones, como lo ha hecho Estados Unidos en algunos sectores de alimentos, para las desigualdades que existen por los sistemas de comercialización de leche cruda, planteó el empresario.
La petición, detalló, es que Estados Unidos tenga un sistema de mercado libre, igual que en México, y que los norteamericanos prescindan del seguro de apoyo por pérdida de costos o baja de precios, o que se aplique el mismo seguro de compensación de ingresos en México.
Lo ideal, dijo Gómez Cobo, sería tener un sistema como el canadiense, en el que se controla la oferta y se tiene un precio 40 por ciento superior al actual.
«Si las situaciones fueran iguales, si tuviéramos el mismo piso de competencia, México crecería mucho más rápido de lo que crecen ellos, porque tenemos mucho mejores condiciones productivas. Hay que potenciar al sector», expresó.
Dijo que actualmente el costo de producción nacional depende de la región, y a manera de ejemplo mencionó que en Chiapas, donde prevalece el sistema de pastoreo, el costo por litro está entre uno y tres pesos; en la zona norte, donde se produce con sistemas similares a Estados Unidos y de manera intensiva, el costo por litro está entre cinco y seis pesos; en el centro, donde el sistema es semiestabulado (que pasa una parte del día en potrero y otra en corral) el costo de producción por litro es entre cuatro y seis pesos.
Indicó que en México hay 240 mil productores de leche, de los cuales 239 mil son medianos y pequeños.
La producción de leche en México, añadió el dirigente de Femeleche, es una actividad de autoempleo, familiar, bien remunerada porque los que se generan son empleos especializados.
http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1045336.html